Análisis: la génesis de la relación veterinario-paciente ante una posible mala praxis

El futuro demandante en los comienzos de la relación médico paciente:

El profesional médico veterinario, así como el asesor legal en derecho animal, asistentes y trabajadores de una veterinaria, deben tener la ética, empatía y respeto a la vida animal, no por ser un trabajo solamente, sino por la vocación que nos lleva a hacernos responsables de estos seres sintientes y otorgarles un trato digno, moral, asimismo para la tranquilidad física y mental de sus tutores. Ese es el compromiso del equipo del ámbito veterinario. Y a su vez, informar antes cualquier hecho que signifique el riesgo de un animal atendido de forma inadecuada, hacer saber al área de Asesoría Legal, puesto que la referida área, sale a operativos con fiscalización, operativos en comisarías, evidenciar casos de actos de crueldad animal, y charlas a nivel distrital. Siendo así, el personal veterinario, debe tener como requisitos lo siguiente:

1. El usuario debe ser atendido con la menor espera posible y si pacta una hora espera que sea posible.
2. Que el personal administrativo que rodea al profesional, llámese la asistente, lo atienda como corresponde.
3. Que cuando el médico Veterinario lo atienda no haga otra cosa tal como hablar por teléfono por cuestiones banales o no, o mirar un folleto mientras escucha.
4. Que no tenga apuro.
5. Que explique con sencillez y sentido común la cuestión médica sobre todo en los diagnóstico, tratamientos y pronóstico para lo cual debe empeñarse en lo que entiendan.
6. Al paciente le puede molestar ser atendido en una línea de montaje, exactamente como uno pretende ser atendido en un restaurante es decir que no le tiren el plato a la pasada.

7. Que el profesional se encuentre normalmente vestido para esa situación y que sepa derivar cuando los recursos de la veterinaria municipal sean insuficientes para la atención optima de un animal en estado de gravedad, sin embargo, las atenciones son básicas, como cirugías de esterilización, piometra, otohematoma y consultas ambulatorias.

El daño moral es producido cuando aquello ocurrido crea un vacío imposible de llenar con nada. La persona que tiene una relación estrecha con su mascota, cuya pérdida puede hacerle perder incluso el interés por su propia vida, genera un sufrimiento irreparable en el tiempo. Los profesionales veterinarios saben mucho de esto. Con culpa o dolo, es decir que el daño se configura como todos los delitos.

El daño moral es lo más se debe cuidar en la práctica de cualquier profesional, ya que ocasionarlo puede traer consecuencias a la salud mental. Por ello de lo investigado en varios gobiernos locales vemos que estas malas prácticas no suceden, ¡Y que esperamos sea así en todas las instituciones públicas y privadas referidas al derecho animal!

¡TODOS LOS ANIMALES HUMANOS Y NO HUMANOS SON IGUALES ANTE LA VIDA!

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