Ante afirmaciones del presidente Vizcarra
El presidente de la República Martín Vizcarra promulgó a inicios de esta semana la Ley Orgánica de la Junta Nacional de Justicia (JNJ) y en ese contexto afirmó lo siguiente:
“Sabemos que este camino no es fácil y hay quienes intentan obstaculizar esas reformas, que vienen de distintos sectores y que están atacando para protegerse, sabemos que pretenden desprestigiar, ensuciar y plantar manto de dudas sobre este presidente y mi equipo de gobierno” y agregó: “Están intentando debilitar la lucha contra la corrupción, confundir y engañar con mentiras a los peruanos, con medias verdades, que somos iguales a ellos, porque no quieren reforma, no quieren justicia, quieren impunidad”.
Finalmente manifestó: “Les decimos hoy lo mismo que el 18 de agosto: ¡No nos van a doblegar! No van a lograr que la lucha contra la corrupción retroceda, esta lucha contra la corrupción no es solo de este presidente, sino de todos los peruanos honestos”.
Por lo que debo señalar de la manera más clara y concisa posible, ya que usted de acuerdo con el Artículo 110 de la Constitución Política del Perú “…es el Jefe de Estado y personifica a la Nación”:
No es mi deseo o intención obstaculizar esas reformas, menos atacarlo a usted para protegerme y el desprestigio se lo ganó usted solito a pulso ante tantas mentiras y dudas creadas.
Habla usted de debilitar la lucha contra la corrupción y basta con ver los negocios oscuros en el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) cuando usted era ministro o el caso de la ex ministra de Cultura, Patricia Balbuena, quien dejó el cargo tras denuncias que la implicaban en delitos a uno de sus viceministros, ha sido premiada con un puesto de asesora en la secretaría general Palacio de Gobierno. Y así dice usted luchar contra la corrupción.
En cerca de 39 años de ejercicio profesional he gozado de la más absoluta libertad –salvo en el Gobierno de Alberto Fujimori donde la libertad de prensa fue conculcada y los dueños de los medios inclinaron la cerviz por ladrillos de billetes para comprar la línea editorial de los medios de comunicación social e idiotizar a una masa ignara–, por lo tanto sus bravuconadas, señor presidente –con el respeto de su alta investidura–, me tienen sin el más mínimo cuidado y usted no va a pretender ofender a mí o a aquellos que dudan de su palabra, al decirme que no soy un peruano honesto.
Usted podrá ser presidente de la República y yo periodista, el cargo o profesión no hace a las personas, sino la dignidad, ética, principios y transparencia, de la cual usted no goza un ápice, basta ver las encuestas y cómo va cayendo su desaprobación.
La última encuesta urbano-rural de Ipsos–Apoyo revela que la popularidad del jefe de Estado descendió a un 58 %, cinco puntos porcentuales menos respecto al registrado en el mes de enero (63 %). Asimismo, su desaprobación aumentó seis puntos porcentuales, de 26 % de enero a 32 %.