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APEC: no podemos estafar al mundo

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Fecha Publicación: 24/11/2024 - 21:10
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Gustavo Christian Salazar Yachachin, en la mente de los que están controlando el país, es una cifra más, un número más en el sistema. Para mí, es un compatriota. Para las personas que fueron cercanas a él, es el significado de una vida sin calidad, hundida en el miedo y la preocupación. Para la familia de Gustavo, es un padre que trabajó por tres años en la empresa ‘El Rápido’ y que fue asesinado, a sangre fría, por el sicariato. Esta familia tiene el corazón roto; pero también ellos son una cifra más en la mente de gente como Dina Boluarte y los mafiosos que la rodean.
Escribo esta columna un día después de conocido el asesinato de Gustavo Salazar, peruano víctima de sicariato, víctima de esa modalidad de extorsión que llegó con la migración ilegal venezolana, la misma que se moldeó y perfeccionó en el tiempo, desplazando a los colombianos en el liderazgo de las extorsiones en el Perú. En menos de tres años, es decir, desde el 2022, el porcentaje de extorsiones se ha incrementado en más de 500%. Las denuncias de extorsión pasaron de 4 mil en el 2021 a más de 20 mil para finales del 2023. Desde la época del terrorismo, los peruanos no presenciamos tantos asesinatos y extorsiones. Los niveles de violencia están muy cerca del 29% en los últimos cinco años. Los datos son lo único objetivo que existe en la narración de un discurso y, cuanto más datos esgrimas, ese discurso tendrá mayor peso, razón y valoración. El discurso basado en datos.
Desde la lectura de la realidad del Perú que realizo, la APEC fue una completa farsa. La primera vez que Perú fue anfitrión de la APEC fue en el 2008, durante el segundo gobierno de Alan García. Este tenía una propuesta clara de meter al Perú en el libre comercio, a toda costa. La segunda oportunidad fue en el 2016, en el momento en que los peruanos creímos que habíamos puesto a un hombre de negocios lo suficientemente inteligente para llevar la economía del país a otro nivel. Pero, si te metes a la política, tienes que hacer política. ¿Por qué vendemos al país como un destino atractivo para las inversiones, cuando tenemos una migración ilegal que extorsiona a nuestros micro, pequeños y medianos empresarios? ¿Por qué vendemos al Perú como un país rentable, si su Estado no puede proteger a su propia gente? ¿Será porque los extorsionadores son tan cobardes que no se atreven a extorsionar a la gran empresa? ¿Porque las extorsiones en este país no están realmente organizadas? ¿Estamos esperando que perfeccionen sus métodos o los conviertan en más sanguinarios, hasta lograr intimidar a la gran empresa?
No podemos estafar al mundo, mintiendo y maquillando al país para mostrar una bonita cara, cuando por dentro nos estamos pudriendo. No podemos estafar al mundo, mintiendo con una supuesta economía “buena” –con esos mediocres 3% más del PBI–, cuando tenemos casi 30% de pobres. La clase media se ha reducido, nuestra población no tiene las capacidades para ser un atractivo trabajador. No podemos estafar al mundo cuando somos el país en Latinoamérica que menos turistas recibe al año, porque tenemos la fama de ser un país inseguro: hasta Argentina nos gana en turismo. No podemos estafar al mundo mostrando el rostro de una mujer débil e inútil como Dina Boluarte, que sólo sirve para escoger modelos de joyas y colores de vestidos –feos, por cierto–. No podemos estafar al mundo.

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