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Aprende a vivir sin alcohol

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Fecha Publicación: 03/11/2021 - 21:20
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El consumo de alcohol es un aprendizaje de los grupos humanos dentro de una sociedad, existen culturas que consumen más que otras, tiene su origen desde que el ser humano pisó tierra, si leemos el antiguo y nuevo testamento era infaltable el vino, que se consumían en diferentes acontecimientos. Considero que es agradable departir unas copas cuando las circunstancias lo ameritan, pero no es indispensable, hay personas que son abstemias y la pasan de maravilla, depende cómo se canalizan los buenos y malos momentos que le toca vivir a la persona.

El tema en sí no es el alcohol, sino cuando estableces una relación con la bebida, que te hace ser dependiente, no existe actividad que no realices sin consumir, porque en el fondo te otorga una apariencia de seguridad, se metaboliza y empieza a sentirse la persona más insegura de la que estaba antes de consumir la primera copa.

Lo que sucede es un problema del fuero interno, que no necesariamente seas alcohólico, pero si continuas y no tienes control puedes llegar a ser un dipsómano o alcohólico, porque tu mente necesita un estímulo que active el sistema nervioso central para realizar las actividades cotidianas, se observa en algunas personas o, mejor dicho, en muchas personas que antes de iniciar sus actividades laborales, dar una conferencia, charla, exposición, dictar clases, hacer una defensa, un acto quirúrgico, reunión en grupo, invitar a bailar a una persona, hacer una declaración de amor, mantener relaciones sexuales, necesariamente tienen que hacerlo bajo los efectos del alcohol, caso contrario no funciona.

Aparentemente, las cosas pasan desapercibidas, pero ya se ha instalado un problema que la persona tiene que afrontarlo y solucionarlo, de lo contrario, las personas comienzan a desarrollar ansiedad, angustia, desesperación, depresión en algunos casos, temblor en la voz, cuerpo, sudoración, el ritmo cardiaco se acelera, sentimientos de minusvalía, rechazo, marginación, impotencia, frustración, el pulso comienza a debilitarse, se vuelven iracundos, consigo mismos y terceras personas, como la familia, las relaciones laborales, porque tienen miedo de ser como son y necesitan la copa para poder brillar.

Pero nada de eso es cierto, es creado por la mente, aunque muchas personas digan el cuerpo se los pide y ¿dónde está la voluntad?, hay que disciplinarla, no podemos llevarnos por lo que sentimos, deseamos, cuando sabemos que no nos conduce a nada bueno.

Más bien, hay que partir de la aceptación para buscar la solución, sino lo intentas, se hunde el barco. Creo que el ser humano debe darse una oportunidad de salir de esta nube que le nubla el entendimiento y sus sentimientos y no lo dejan ser uno mismo por el miedo.

A estas personas seguro que les gustaría ser admiradas, respetadas, queridas, amadas, elogiadas, ser buenos referentes para otras personas, seguro que sí, por lo tanto, lucha con tus fantasmas y logra las cosas que te has propuesto en la vida, que van a ser gratificantes y las personas que te quieren, el tiempo no está perdido, no te quedes en el pasado, vive el ahora, disfrútalo, compartiendo con los demás.

Conocí el caso de una persona que solamente mantenía relaciones sexuales con alcohol, si no lo hacía, no se erectaba, motivo por lo cual llegó a la consulta, dándose cuenta que sus temores, a su incapacidad eréctil, el miedo, el temor a ser rechazado, aceptado, seducido, apasionado, tenía una raíz, los miedos que le habían inculcado en su niñez, que iba a ser un perdedor, superó la limitación psicológica, emocional, instintiva, ahora es un proactivo a las relaciones sexuales sin alcohol, inclusive da charlas en las escuelas, universidades y comunidades y es muy feliz con su pareja.

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