¡Aproveche la inercia, señora Boluarte!
El puerto de Chancay es ya una realidad. Aunque es cierto que falta mucho por hacer, la responsabilidad del Estado será gravitante en lo que sucederá de aquí en adelante.
Este puerto, que nació de la visión del almirante Rivaudo y que no fue acompañado en su momento por una visión geoestratégica del Estado, hoy debe ser conceptualizado con un enfoque sistémico, en aras de desarrollar una política de Estado que potencie a nuestro país con una verdadera visión de futuro. No permitamos que este impulso inicial, puesto en la vitrina del mundo desde la APEC, se diluya. Apelando a Newton y su primera ley, mantengamos ese movimiento con un impulso decidido del Estado, evitando acciones o inacciones que generen fuerzas contrarias a su crecimiento.
Pero después de Chancay, ¿qué? El desarrollo de los colaterales es mandatorio, ¡sí!, pero no nos quedemos viendo el ombligo. Vayamos más allá: China tiene sus ojos puestos en Chancay, y a nosotros nos queda impulsar Corio.
Muchas voces de opinólogos desinformados apelan a argumentos vacíos para oponerse a lo que podría ser el aprovechamiento de la aceleración que el país experimenta hoy. Ya se rompió el reposo, aprovechemos la inercia (segunda ley de Newton). El requerimiento de transporte de carga multimodal viene aumentando año tras año en el mundo de forma ininterrumpida, nada lo ha detenido. Tenemos que aprovechar este impulso, y para ello, es menester que la presidenta utilice esta inercia y genere la reacción necesaria para activarnos ya.
El tren bioceánico con Brasil es una necesidad, señora presidenta. Genere los espacios, cristalice ese proyecto complementado con Corio. Y, además, sumemos el transporte multimodal potenciando el cabotaje, la interconexión con carreteras, ferrovías y transporte aéreo. Si lo hacemos, ¡nada nos detendrá!
Tenemos varios puertos pesqueros administrados por FONDEPES que podrían acondicionarse rápidamente como plataformas de embarque roll-on, roll-off. ¿Qué se necesita? ¡¡¡Solo una plataforma o rampa!!! Esto permitiría embarcar camiones completos con carga incluida y transportarlos en ferris que, fácil y rápidamente, podrían ser fabricados en el país. Estos llevarían la carga por mar hacia los grandes puertos, haciendo el proceso mucho más eficiente. Esto generaría ingresos significativos al Estado, potenciaría el cabotaje y reduciría costos. Es un “win to win” (todos ganan): los pequeños puertos de FONDEPES alimentarían hoy a los grandes puertos de Chancay y Callao, y mañana a Corio, sin dejar de lado la necesidad de trabajar a todo vapor en una interconexión terrestre y aérea eficiente a lo largo del país, e incluso más allá.
Lo que antes solo fue un sueño en la arena de Chancay hoy es la envidia de muchos. Hagamos que suceda lo mismo en Corio. Que el Estado sea, de verdad, un promotor de estas iniciativas y que, producto de esta reciente acción… reaccione (tercera ley de Newton).
¡Pensemos en grande! El mercado de servicios está ahí; tenemos que conquistarlo con una agresiva política de Estado. “Perú, primer hub de Sudamérica”. Aprovechemos las leyes de Newton y no nos opongamos a ellas. Tenemos todo para lograrlo. Está en sus manos, señora Boluarte, sentar las condiciones. Newton ya lo demostró, ¡aprovechemos la inercia!
¡Despierta, Perú… despierta!
Por Francisco Calisto Giampietri
Vicealmirante (r)
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