Arequipa: nuevo foco de gran industrialización

El Cade 2024 fue sacudido por un anuncio de desarrollo y crecimiento del sur, pero en especial de Arequipa. El encargado de presentar el sensacional proyecto fue Tomás Delgado, gerente general de Transportadora de Gas del Perú (TGP), quien afirmó: “El gasoducto de Camisea a Arequipa se ejecutará con un financiamiento 100% privado. No requiere de dinero público ni de subsidios”. Un anuncio sumamente importante que demuestra la confianza del sector privado en el futuro del Perú.
La longitud del gasoducto será de 900 kilómetros y llegará a una ciudad que, sin lugar a dudas, se convertirá en una central de distribución de gas para las regiones circundantes, eliminando el transporte de gas en camiones. Esto permitirá masificar su uso, generando la tan esperada energía en el sur del país.
La llegada del gas facilitará el uso del nodo energético de Mollendo e Ilo, generando electricidad y evitando la necesidad de traerla desde el centro de la República. De inmediato, Arequipa podría producir energía eléctrica para gran parte del sur. Si todo lo anterior es importante, lo es aún más la inminente instalación de la industria petroquímica, cuyo elemento fundamental es el gas, como la prevista planta de “Hidrógeno Verde” en La Joya.
Las propuestas y proyectos ya fueron presentados al Ministerio de Energía y Minas. Se espera que el nuevo ministro, Jorge Montero, les dé la prioridad necesaria y evite una serie de tropiezos de orden burocrático cuando se trata de proyectos del sector privado. Sin ir muy lejos, Osinergmin estaría por solicitar un estudio adicional para precisar si el proyecto de gas es viable o no. La responsabilidad de presentar todos los estudios pertinentes recae en quien asume la dirección del mismo, no solo desde el punto de vista técnico, sino también económico. TGP ha realizado un profundo estudio técnico junto con las respectivas corridas económicas. Está demostrado: el proyecto es rentable.
Como es natural, las autoridades locales se encuentran con el máximo optimismo. El gobernador Roberto Sánchez anunció que dará todo tipo de facilidades porque el gobierno regional se siente socio del proyecto. Por su parte, el presidente de la Cámara de Comercio de Arequipa, Julio Cáceres, afirmó que, en la etapa de construcción del gasoducto, laborarán alrededor de 20,000 personas y, en el desarrollo del proyecto, trabajarán 4,000. Desde un punto de vista social, el incremento de puestos de trabajo será muy significativo, sin considerar todas aquellas fábricas que se retiraron de Arequipa por el alto costo de la energía. Ahora podrán retornar o, incluso, instalarse nuevas.
Este anuncio de invertir $2,000 millones es extraordinario. En la historia de la Ciudad Blanca no existe un proyecto de tal envergadura, lo que genera una alta convicción de que el futuro próximo es prometedor. Si al gasoducto sumamos la irrigación Majes Sihuas II, la petroquímica y el hidrógeno verde, tendríamos cuatro sólidas columnas que llevarán al desarrollo y progreso del sur.

*Exsenador de la República

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