¡Argentina sale de la recesión!

Recientemente, Javier Milei cumplió un año desde su asunción a la presidencia, tras una campaña electoral que toda la progresía —argentina y mundial— calificó de falsaria, o acaso de esquizofrénica. En medio de esa atávica costumbre del hermano país de vivir enviciado a sofisticados mecanismos presupuestales, adictos al gasto público, fanatizados por la inflación y abocados a inventar nuevas terminologías, cada cual con nombres más rimbombantes —aunque definitivamente inútiles y contrafácticos—, la prédica de Milei constituía una suerte de anatema. Tanto para los disparatados “conocedores” de la economía gaucha como para los sabelotodo del extranjero, la propuesta de Milei era otra clásica falacia argentina. Ninguno de los economistas —conocidos y desconocidos— apostaba un peso ante la promesa de Milei de conseguir, aunque fuera un respiro, frente a esa insaciable “economía” gaucha. Por tanto, hablar de disminuir el costo de vida o controlar el alza del dólar era solo arar en el desierto.
¡Pero Milei perseveraba día tras día, mañana, tarde y noche, propiciando su teoría! Aquella que despertó tanto interés entre los argentinos, ¡que ganó las elecciones! Aunque, una vez instalado en la Casa Rosada, sus votantes se miraban unos a otros como diciendo: “en la que nos hemos metido”. Pero ni esto desanimó al nuevo mandatario argentino. Y, por cierto, a uno que otro gobernante intelectualmente tan capaz como Volodímir Zelenski. Tanto es así que con motivo de cumplir Milei su primer año en el gobierno, elogió públicamente a su par argentino, reconociendo que era consciente de que “los argentinos quieren el éxito para su nación”, deseándole a “la Argentina un futuro exitoso y seguro, con la mejor de las suertes para Javier en su empeño por llevar a cabo sus planes en beneficio de su pueblo”.
Ayer, sin embargo, el acreditado portal Infobae destacaba que “El Gobierno dejó atrás el fantasma de la depresión, tras el fuerte ajuste”, y agregaba: “con un dólar planchado”. Mientras que otro reputado medio, El Economista, reforzaba aquella gran noticia señalando: “Argentina sale de la recesión por todo lo alto. El PBI crece al mayor ritmo en cuatro años y el riesgo país se desploma (…) logrando así una expansión suficiente para recuperar en tres meses los niveles de PBI de finales de 2023, y todo ello al mismo tiempo que se implementa el plan de austeridad más agresivo de la historia reciente de Argentina (…) ‘otro milagro’ ha sido reducir el riesgo país desde los 2.100 puntos de hace unos meses a los 677 puntos (…) lo que no se veía desde febrero de 2019 (…) y el peso se ha estabilizado. A pesar de todo, la economía se mantiene en una posición frágil tras años de elevadísima inflación, control de precios, acumulación de desequilibrios, déficits públicos y deuda externa. Aunque todo ello ha comenzado a corregirse”.
Por donde se le mire, ya no caben esos ceños fruncidos de los escépticos opositores de Javier Milei. ¡En un año, haber conseguido lo señalado líneas arriba es prueba suficiente de que, con Milei, Argentina va por buen camino!

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