Así no, presidente Vizcarra
El Perú seguirá atollado en el fango de la pendencia y la tontería mientras subsista un sistema de gobierno tan asimétrico como el que impuso Kuczynski y continuó Vizcarra. Ese talante sesgado de facilitarle todo a mis amigos mientras mis enemigos ni siquiera tienen acceso a la ley, es típico reflejo de aquel estilo perverso de gobernar cuando el inquilino de Palacio no tiene partido, ni bancada congresal. ni operadores políticos. Y, consecuentemente, se ampara en una dictadura mediática que, a su vez, se moviliza a través de encuestas que jamás reverberan el verdadero sentimiento de la ciudadanía. Aunque le hacen creer al gobernante que las cosas van muy bien. Claro. Mientras éste delegue su poder al aparato politiquero progre-marxista que lo sostiene. Como ocurre desde que Kuczynski se hipotecara a esa secta así como al conglomerado periodístico que vive del subsidio público eufemísticamente llamado publicidad estatal. El régimen Kuczynski-Vizcarra será recordado como una de las peores gestiones de gobierno del Perú contemporáneo. Entregado a la progresía marxista-caviar, a cambio de que esta lo blinde mediáticamente y apoye políticamente, a través de las mismas prácticas que tanto le criticaron al fujimorismo. Aunque esta vez manejadas con manos quirúrgicas. Recordemos sino que Fujimori dispuso el cierre del Congreso; mientras Kuczynski -Vizcarra lo tienen neutralizado tras haber dividido a la mayoría fujimorista con dádivas como el indulto al expresidente condenado a 25 años de carcelería. O la captura del Ministerio Público cuando el fujimontesinismo puso a Blanca Nélida Colán como fiscal de la Nación, mientras Vizcarra ejecutó una feroz campaña mediática de desprestigio contra el fiscal de la Nación Pedro Chávarry (1,300 portadas de los diarios vendidos al oficialismo –sólo en una semana– colocando a Chávarry a niveles de un vil criminal), hasta que consiguió defenestrarlo e imponer a una fiscal subyugada al poder detrás el trono de palacio de gobierno. O el sometimiento del poder Judicial al Poder Ejecutivo maquinado burdamente por el fujimontesinismo, en tanto Martín Vizcarra se dedicó a desacreditar –también mediáticamente- al expresidente de la Corte Suprema, hasta que éste presentó su renuncia y la Judicatura se arrodillaba ante Palacio de Gobierno. Los ejemplos siguen. Pero en todos los casos el fondo de la estrategia de copamiento del poder es la misma; tan sólo varía la forma de conseguirlo.
También sucede con la persecución a los imputados por actos de corrupción alrededor del affaire Lava Jato. A los fiscales-actores Vela Barba y Domingo Pérez solamente les interesa involucrar a personas vinculadas al aprismo y el fujimorismo. Empecemos porque sólo Keiko está presa por los mismos hechos en los cuales están involucrados Kuczynski-Vizcarra –un testigo declara haberle entregado US$ 100,000 al entonces candidato presidencial Kuczynski delante de su jefe de campaña Martin Vizcarra–; o Barata confirmando haberle suministrado US$ 3’000,000 a Ollanta y Nadine Humala; o Lourdes Flores, cuyo jefe de campaña asimismo recibió billetes de Odebrecht. Igual sucede con un affaire que involucra a PPK y el abogado Juan Monroy, que todo indica pasó al olvido. Tanto va el cántaro al agua…..
