Asumamos el reto
No hay duda que la disyuntiva que plantea Albert Camus en “La Peste” , a través de las palabras del Padre Paneloux, se extiende mucho más allá del ámbito de una epidemia o de una pandemia pero hoy sí tiene la vigencia focalizada de su origen literario: con la peste no hay término medio, o se está con ella o se està en contra de ella.
El primer y explícito tema que se desprende de dicha afirmación está conectado con la consistencia moral de una sociedad y la necesidad de que, más allá del habitual egoísmo, quienes la integran cierren solidariamente filas en la lucha contra un flagelo que a todos los ataca.
Pero estamos hablando también de responsabilidad colectiva en un marco en el que el individualismo consumista -ya presente en la Orán en la que se desenvuelve la peste de Camus- puede generar la ausencia de esa indispensable cohesión social que es el motor para que las medidas de prevención puedan funcionar.
Esta coyuntura excepcional va mucho más allá, como nos lo hace sentir Camus en el célebre diálogo entre el médico Rieux y el Padre Paneloux en donde plantean la dicotomía, a veces contradictoria, entre la salvación del hombre o meramente la de su salud.
Todas estas reflexiones emergen cuando vemos a nuestro país y a nuestra gente en la lucha por la vida frente al inesperado flagelo del coronavirus que, debe recalcarse, guarda larga distancia en cuanto a su posibilidad de cura y mortalidad con la peste negra o bubónica de la que habla Camus respecto de la cual recién se encuentra una cura relativa con la aparición de los antibióticos en el siglo XX. El coronavirus no es de necesidad mortal y sabemos cómo prevenirlo y enfrentarlo.
Hoy, más que nunca, se puede controlar una pandemia como la del coronavirus en la que, por ejemplo, se ha identificado que afecta fundamentalmente a personas de la tercera o cuarta edad -como ahora llaman en Europa a los que están por arriba de 80 años- que tienen determinadas enfermedades y se ha establecido que la fórmula es la separación social para evitar el contagio (aunque en Gran Bretaña están impulsando la autoinmunización).
Pero es también un buen momento para ocuparnos de la salvación del hombre (aunque ahora me pueden satanizar por no hablar del hombre y la mujer) en la medida en que, frente a la crisis, debemos rescatar valores esenciales que parecen perdidos pero que, en la mayor parte de los casos, están hundidos pero vigentes en el alma y el corazón de la mayor parte de los seres humanos.
¡Asumamos el reto!
Presidente de Perú Nación
Presidente del Consejo por la Paz