Ausencia de los afectos
Los seres humanos no pueden vivir sin afecto; es la esencia de la vida, el motor espiritual que permite vivir satisfactoriamente consigo mismos y en las relaciones humanas. Puedes no tener cosas materiales, pero tienes amor; no te puede faltar nada material, pero tienes desamor. Por eso, las personas que crecen sin afecto tienen predisposición a desarrollar conductas disociales, como falta de adaptación, soledad, carencia de amistades y una baja credibilidad en las personas. Por lo general, son desconfiadas, carecen de sentimientos y tienen dificultades para formar pareja. Si lo hacen, es necesario pulir muchos aspectos de su personalidad, ya que nunca recibieron cariño.
Estas conductas se observan frecuentemente en orfanatos, casas de acogida, correccionales de menores, hogares disfuncionales e incluso en hogares aparentemente estables, debido a la falta de comunicación y de empatía para considerar la necesidad de la otra persona, que busca respuestas en su vida emocional. Sin embargo, las personalidades se forman con el tiempo, y siempre existen personas buenas que les otorgan a los demás el lugar que les corresponde y satisfacen sus necesidades emocionales.
La ausencia del calor humano hace que la otra persona se sienta sola, no querida, rechazada. Recuerdo a un paciente que, desde niño hasta adulto, se sintió solo y no querido. Siendo joven adulto, se enfermó de cáncer, y un hermano lo fue a visitar. Cuando lo vio, el paciente se apoyó en él, pero se quedó mudo; ni siquiera lo abrazó ni le dijo una palabra de aliento. Esa actitud marcó su vida interior. Empezó a recordar que fue un hermano sin afecto, que cuando era pequeño le había dicho: “te he expectorado de mi cerebro”. Una vez, iban a realizar un trabajo juntos, y él le dijo que ya no iba a realizarse, que “no se iba a quitar el pan de la boca para dárselo”. Era un hermano abusivo, egoísta, que solo se interesaba en sí mismo.
¿Qué hacer frente a personalidades de esta naturaleza, que nunca van a cambiar? Mantenerse a la distancia y voltear la página, como lo ha hecho este paciente, porque comprendió que no tiene familia y que, si la tiene, siempre está ausente.
Una persona adulta, formada sin sentimientos, es difícil de cambiar. En cambio, un niño o un adolescente está en formación y se pueden rescatar muchas cosas. Son ávidos de ser oídos y escuchados; necesitan mucho afecto, cariño, comprensión y paciencia. Un claro ejemplo es el caso de un niño de la calle que se retiró de su hogar a temprana edad. Su mundo, su vida, era la calle. Se sentía acompañado por otros niños y adolescentes; se sentía protegido. Estuvo internado en varios hogares de acogida y correccionales de menores porque robaba para comer. Pero siempre había una luz en su pensamiento y corazón de ser distinto, hasta que conoció a la Doctora Norma Kasimir.
La doctora lo acogió, al igual que a otros niños. Los escuchaba, los aconsejaba, se hacía responsable de sus necesidades, les daba educación y, lo más importante, les otorgaba amor. Esos niños no sabían ni comer con cubiertos, ni usar papel higiénico. Ella les sacó sus partidas de nacimiento, ya que no sabían cuándo habían nacido ni quiénes eran sus padres. Nunca habían ido a la escuela, pero ella los matriculó. Terminaron la primaria y la secundaria. Se sentían queridos y amados; era importante seguir adelante. Salieron de las calles, encontraron pareja, se casaron e incluso ingresaron a la universidad becados. Se graduaron como abogados y psicólogos, enseñan en universidades y ayudan a personas que pasaron por lo mismo que ellos. Siempre están en comunicación permanente con la Doctora Norma, encontrando en ella palabras de aliento, apoyo, amor y comprensión.
Siempre existe una antorcha que ilumina el camino para los seres humanos. Si no nace de ellos por alguna razón comprensible, hay que darles la oportunidad, mostrándoles el camino y las oportunidades que se les presentan, para que sean personas realizadas y no resentidas.
Mira más contenidos siguiéndonos en Facebook, X, Instagram, TikTok y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.