¡Basta de cobardías, parlamentarios!
Castillo tiene un problema para cada solución. Ayer se tragaba el sapo de su ineptitud, destronando a su tercer gabinete presidido por Héctor Valer, nefasto individuo dizque promotor de la Constituyente.
Valer, un sujetillo sin credenciales de estadista, aunque con amplio prontuario, intentó humillar al Perú presentándose al Congreso para pedir el voto de confianza en medio de una atroz crisis económica, sociopolítica, sanitaria, etc. Repetimos, sólo duró tres días luego de asumir el cargo, en medio de un escándalo fenomenal. Este ahora ex primer ministro, claramente incalificable, pretendió incendiar el país imponiéndole al poder Legislativo un inexistente programa de gobierno, al que jamás pudo dedicarle un minuto de tiempo para su elaboración. Por si fuese insuficiente, la víspera alertó que actuaría como “bala de plata” que sería usada por el impresentable Castillo para cerrar el Congreso, bajo el artificio de la denegatoria de confianza a dos sucesivos gabinetes ministeriales.
Hasta aquí queda claro el ataque a la democracia impulsado por un clan hamponesco, comunista y filo senderista presidido por Castillo. Embistió, sin el menor escrúpulo, al Parlamento Nacional con un fin abiertamente golpista: clausurar el primer poder del Estado y convertirnos en otra miserable nación marxista latinoamericana. La respuesta de la democracia no pudo ser otra que encarar frontalmente al enemigo que le había declarado la guerra. Para ser claros, hubiese sido pueril y muy cobarde de parte de la representación nacional ignorar las petulancias de un infeliz apellidado Valer, quien emplazó con fecha y hora al Legislativo para exigirle la confianza, sabiendo que no la alcanzaría. Repetimos, aún el tal Valer hubiese dedicado el tiempo indispensable para elaborar un plan coherente para enfrentar los diferentes problemas que conforman la megacrisis nacional –desde económicos hasta la inseguridad ciudadana– no tenía derecho a agredir al Legislativo como lo hizo. Por ello, a pesar de que Valer ya fue removido del premierato el Congreso necesita declararse en emergencia para abordar, rodeado de los mejores especialistas del país, los asuntos de la vacancia, acusación Constitucional y/o alguna otra figura que responda, de forma inequívoca y categórica, a la urgencia de remover a Pedro Castillo del poder Ejecutivo.
Basta de medias tintas, señores congresistas de Acción Popular. Lo mismo exigimos a las bancadas de APP y Podemos. ¡Hace seis meses que tienen en ascuas al Perú por sus temores! Y no quisiéramos imaginar que sea por un interés secundario. Estamos frente a una manada de incapaces, cleptómanos, corruptos, temerarios senderistas, que se irrogan el poder porque un comunista como Salas Arenas se negó a confrontar el padrón ONPE con decenas de miles de actas de votación presuntamente falsas. Finalmente, gracias a Salas este país está secuestrado por una gentuza abiertamente antidemocrática que le ha declarado la guerra al Congreso Nacional.
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