Basta de crueldad con los ancianos

Aunque no se precisa el momento en que una persona biológicamente se “convierte” en anciano, generalmente se considera que llegar a más de 60 años de edad podría ser afectada por problemas propios de la edad (de vida) sobre todo si ha sufrido enfermedades y/o malas condiciones de subsistencia. Se les suele llamar “viejos”. Quienes han superado la tercera edad cronológica como la biológica pueden estar expuestos al deterioro físico, enfermedades y aun la muerte. Hay quienes por la edad “son viejos”, pero siguen viviendo con normalidad en su pensar, trabajo, y obligaciones, pero hay muchos que presentan problemas vitales psíquicos, físicos e intelectuales en  el proceso de envejecimiento en gran medida en el contexto sociocultural y económico. Algunos proveyeron el devenir y adoptaron medidas para no sufrir en su tercera edad; y así obtuvieron lo derecho jubilatorio, pero muchos en nuestro contexto socio económico llegan a la ancianidad sin siquiera tener un apoyo familiar. Están expuestos a la miseria, dolor, soledad y abandono. Muchos ni siquiera tienen donde pasar sus últimos días de vida. Algunos logran estar en centros de atención y cuidado de ancianos donde les brinden alimentación, lugar para dormir, cuidados de salud. Muchos están abandonados.

En nuestra sociedad lamentablemente no hay en número necesario albergues para ancianos para que esperen con dignidad sus últimos días; existen establecimientos “comerciales” que ofrecen vivienda y cuidados de ancianos a donde muchos son “internados” por sus propias familias suponiendo que serán permanentemente atendidos, aunque muchos son internados porque no los “quieren y/o pueden” tener en sus hogares. Lamentablemente existen “establecimientos” que con fines “económicos” tienen como “clientes” a ancianos dejados por sus familias, donde se limitan a “darles una cama y alimentos diarios” pero carecen de atención y cuidado médico, personal capacitado para proporcionar actividades propias para ancianos y vivan sin sufrimiento.  Se ha informado por un medio televisivo que el Municipio de Pueblo Libre ha intervenido un local donde estaban visualmente en estado de total deterioro unos 30 ancianos. Las escenas de cómo estaban los ancianos (sentados en una banca) trasmitidas televisivamente son escalofriantes. Los pobres viejitos, sin ropa adecuada y limpia, con el pelo crecido, y desorganizados daban infinita pena. ¿Cómo es posible que se permita en Lima a “negociantes” que exploten a los ancianos en establecimientos de miseria, sin médicos, enfermeros y personal especializado que laboren para que “esos” clientes pasen el día?

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