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Basta de demagogia, Presidente

Fecha Publicación: 14/01/2019 - 22:30
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¿Qué ha conseguido Juan Pueblo con las reformas de la Constitución impuestas por la avanzada marxista que rodea al presidente Martín Vizcarra? ¿De qué sirve haberle castrado al ciudadano el derecho a pronunciarse libremente respecto al retorno de la cámara de Senadores como contrapeso a la de Diputados; no sensibilizándolo con una campaña mediática teledirigida desde Palacio, como en forma tan antidemocrática orquestara este régimen para hacerle creer a Juan Pueblo que la bicameralidad es de los peores males que puede soportar el Perú? ¿Acaso la eliminación del Consejo Nacional de la Magistratura asegurará al poblador de que, cuando entre en vigencia la Junta Nacional de Justicia, los jueces y fiscales serán probos, eficientes y, sobre todo, ajenos a todos los avatares de la política y a la pantagruélica amenaza de aquel virus de la corrupción que ha enfermado al Perú, así como al descomunal peligro que impone el narcotráfico? Estas dos graves amenazas –la corrupción y el narcotráfico- ni siquiera han empezado a ser combatidas por este gobierno, que tanto nos reitera su supuesto “compromiso para acabar con la corrupción”. Aunque nada explica sobre el narcotráfico que, quizá ahora, ya sea una admonición mucho mayor que la primera.

La verdad es otra, señores. El régimen Kuczynski-Vizcarra no ha estructurado una estretegia coherente, eficiente y certera para luchar contra la corrupción. Sin ir muy lejos, ayer nomás este país conoció que una organización criminal, liderada por un senderista, logró establecer una “oficina” perfectamente montada en Piura adscrita presuntamente a la Presidencia del Consejo de Ministros –incluso con dirección de correo electrónico del gobierno nacional– dedicada a organizar falsos expedientes para la reconstrucción del Niño, gracias a lo cual en un año se habría embolsicado S/ 20 millones de los postores que participaron en licitaciones fraguadas.

Si el régimen vizcarrino tanto proclama que viene “luchando contra la corrupción”, ¿cómo es posible que haya permanecido –y operado– semejante montaje durante tanto tiempo en Piura –donde la gestión Vizcarra no ha hecho nada para aligerarle la tragedia a tantísima gente afectada– sin que decenas de miles de burócratas que amamanta este gobierno con nuestros impuestos detectaran tamaño brulote, operando allí en nombre de la Presidencia del Consejo de Ministros del Perú? Este hecho por sí sólo desacredita al régimen que se autodescribe como “el gladiador que combate a la corrupción”. Es otra de las falacias que ha logrado montarle esa mafia marxista que maniobra detrás del régimen Vizcarra para continuar succionando del Estado, aprovechando el indebido poder que le proporciona el presidente Martín Vizcarra para que, en su nombre, administre el Perú.

No, presidente Martín Vizcarra. La reforma constitucional impuesta por su equipo de asesores marxistas no soluciona un ápice la situación de abandono en la que viven millones de personas afectadas hace ya dos años por el Niño Costero. Como tampoco sirve para restaurar la ralentizada economía, ni para financiar el déficit fiscal –y el aumento de la deuda externa– que viene englobando su mala gestión. Los peruanos ya estamos hartos de tanta demagogia, presidente Vizcarra.