Boluarte sabotea a López Aliaga
El régimen Boluarte se opone a que los trenes donados al municipio limeño por la norteamericana California Train (Caltrain), sean usados por el concejo capitalino para recorrer el tramo Lima-Chosica-Lima; utilizando la línea férrea del Ferrocarril Central Andino, aunque en otros horarios que aquellos que usa el tren Lima-Huancayo-Lima.
Según un informe técnico encargado por el concejo metropolitano, del total de unidades donadas por Caltrain hay 19 locomotoras y 90 vagones operativos. Aunque el ministro de Transportes y Comunicaciones (MTC) alega que “algunos vagones no están en condiciones óptimas”, y que las reparaciones tendrán un costo de US$1.8 millones. Monto que, según el alcalde metropolitano, podrá sufragar su concejo.
Sorprende, claramente, la prontitud con que reaccionó el citado ministerio negándole el permiso al municipio capitalino. Porque el Perú cuenta con muy escaso desarrollo ferroviario; y el que hoy existe es ciertamente de mayor tiempo de uso que las unidades donadas al municipio capitalino, cuya antigüedad es de cuatro décadas. Aunque, como señala López Aliaga, trenes similares con uso semejante operan regularmente en ciudades norteamericanas y canadienses. ¡Y, añadimos, en nuestro país!
Por último, si el tramo entre Chosica y Huancayo es de alta pendiente, el ramal metropolitano que propone López Aliaga cubrirá, solamente, el recorrido entre Lima y Chosica, sirviendo a innumerables personas que indistinta -aunque cotidianamente- laboran en un punto situado entre Lima y Chosica. Gente que, al no tener servicio de traslado seguro y regular -como el tren-, está forzada a trasladarse en microbuses y en otros destartalados vehículos, conducidos por gente con mayor inclinación a la delincuencia que a choferes para atender un servicio público.
Curiosamente, el gobierno hizo intervenir en este asunto a Sunat, entidad que considera que “los trenes no valen S/.922 millones como lo ha ´efectuado´ el concejo capitalino”, registrando el valor de reposición de locomotoras y vagones a su actual condición operativa; en vez de hacerlo como desecho de guerra, como quisiera Sunat, precisando equivocadamente: “Caltrain los ha ´donado´ a un costo cercano a US$5 millones”. Pregunta: ¿Cómo que “donar” a un costo?
Según el exministro Enrique Cornejo, “Boluarte bloqueará el proyecto” que beneficiaría a aquella multitud que labora entre Lima y Chosica y no cuenta con transporte terrestre seguro. “Lo hará por razones políticas, especulando que López Aliaga postulará en las elecciones del 2026”, oponiéndose a que, como candidato, proponga algún medio de transporte seguro -como el tren- para atender a aquella colosal masa laboral; iniciativa que pudiese conducir al triunfo electoral. Pero, asimismo, frente al pueblo, aquel veto será considerado como vendetta de un régimen afín al comunismo. Recordemos el origen comunista de Boluarte como vicepresidenta del comunista, golpista Castillo, incorporada a aquella plancha por el también comunista Vladimir Cerrón.
López Aliaga debe acusar de sabotaje a Boluarte, aduciendo que intenta dinamitar su candidatura organizada sobre una donación que él gestionó -de Caltrain al Municipio de Lima- y al usufructo de vías férreas públicas existentes, intentando prohibírselo ahora para ayudar a las izquierdas a triunfar en el próximo proceso electoral.
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