Borges y su desprecio al fútbol
Para los argentinos el deporte nacional es el fútbol, menos para Jorge Luis Borges. Él fue un declarado enemigo del fútbol. Por esas cosas del destino falleció un día antes de que, con la ayuda de “La mano de Dios”, Argentina derrotara a Inglaterra. “El deporte es popular porque la estupidez es popular” afirmó con total convicción mostrando su desprecio por el deporte rey.
Si a Borges le hubiese gustado el fútbol, hubiese llevado la cinta de capitán y seguro que de su refinado juego hubieran relucido lecciones de juego limpio, dentro y fuera del campo de fútbol, respetando al balón tanto como lo hacía con la palabra y con los libros. Imagínense todo lo que nos hubiera legado escribiendo a la pelota, al campo de fútbol y a la pasión de sufridos hinchas. Vienen a mi mente los bellos versos de su poema titulado Ajedrez: “En su grave rincón, los jugadores / rigen las lentas piezas. El tablero / los demora hasta el alba en su severo / ámbito en que se odian dos colores”, tratando de explicar, quizá, su declarado odio al fútbol, odio que pregonaba a los cuatro vientos. Por eso encaró a sus compatriotas señalándoles: “A los argentinos no les gusta el fútbol, a los argentinos les gusta que su equipo gane”. Y como quien asume la defensa de los fueros del fútbol, la Academia Sueca le sacó tarjeta roja, negándole ganar el merecido Premio Nobel de Literatura. Su nominación en los años 1967, 1968, 1969 y 1970, fue otro de los arteros juegos sucios fuera de los campos. Sin embargo, la gloria le fue concedida por la majestuosidad de sus obras.
El fútbol paralizará al mundo y estaremos pendientes de lo que suceda en Qatar. Para Argentina esta final será una oportunidad más, una que se sume a las de 1930, 1978, 1986, 1990 y 2014. Por tercera vez, Francia o Argentina tocará la gloria y ojalá que honren al fútbol, con el juego que queremos disfrutar, y derroten el antifútbol y a quienes anticipadamente arreglan los escores finales.
Ojalá se imponga el deporte y veamos cómo se escriben versos sobre el césped, entonces el resultado final será apenas una anécdota que las estadísticas registrarán y el futuro arropará y motivará más a quienes amamos el deporte, en particular al fútbol, y sea válido eso que a veces solo pregonamos: “Mente sana en cuerpo sano”.
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