“Cada día es un momento para recordar en un futuro”, de Virginia Galindo Cieza
El libro “Cada día es un momento para recordar en un futuro” (Centro de Desarrollo Editorial 2024), de Virginia Galindo Cieza, está escrito en memoria de Cielo, una niña de dieciséis años, a quien los médicos diagnosticaron una extraña enfermedad, llamada PTI, que no le permite a la sangre coagularse y que disminuye el nivel de plaquetas cuando el paciente pasa por un proceso viral (como una simple gripe) o cuando se encuentra deprimido. Cielo, según nos refiere su madre Virginia, era un niña alegre y bromista, con un corazón de oro, que disfrutaba preparando tortillas para sus abuelos o algún postrecito para su hermana Flavia, por no hablar de los regalos y dulces que en Navidad ella y su familia entregaban a los niños de las zonas más vulnerables. Le gustaba escuchar música pop como a toda adolescente, pintarse los labios de rosa, charlar en los Starbucks o comer ricas hamburguesas cuando salía por las tardes a pasear con sus primas. Era extremadamente sensible también, y al inicio, cuando se enteró de lo complicado de su enfermedad, escribió una entrada en su diario, donde le preguntaba a Dios por qué le ocurría eso a ella, que siempre había sido atenta y tierna con los demás. Pero aceptó finalmente su destino y se dijo que debía intentar curarse porque de eso podía resultar algo bueno para todos. Y vaya que así ha sido, pues su historia es la de una niña valiente, que tiene miedo, pero que se enfrenta a lo desconocido con entereza. Cielo descubre que lo mejor de la vida es estar rodeado de seres que nos amen y apoyen, y que basta con tener salud para ser dichoso. Tanto la niña como Virginia concuerdan en que todo sufrimiento deja una enseñanza; algo que debíamos saber y tener presente se encuentra escondido detrás de cada proceso de sacrificio y dolor. Virginia, además, escribe un párrafo que emociona: “Somos aves de paso. Hoy estamos pero mañana tal vez no. Debemos vivir y disfrutar cada día, agradecidos desde el amanecer, ofreciendo nuestra mejor versión y actuando siempre desde el amor, sin desear el mal a nadie. A pesar de todo lo que puedas enfrentar en el camino, agradece, porque cada acción y cada persona dejan en ti un aprendizaje. No es tiempo para pelear, cada uno cosecha lo que siembra y da lo que su corazón es capaz de brindar. No podemos permitir que el sufrimiento nos endurezca.”
Este es un libro que escarba en el corazón del lector y saca a relucir penas y recuerdos hermosos. ¡Cuántos adultos debemos aprender de Cielo! y qué difícil es conservar una sonrisa en medio de la tristeza y poder decir, como escribió ella en su horario de clases: “Cada día es un momento para recordar en un futuro”.
Confieso que pasaba por una fuerte depresión, a causa de la muerte de tres de mis parientes, pero leer este testimonio me ha brindado fuerza, paz y alegría.
Si desean adquirir esta bella obra, pueden hacerlo en las librerías Vallejo, Book Vivant y El Virrey. También pueden solicitarlo al número de la autora: 997 208 611.
Por Evelyn García Tirado
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