¿Calzón con bobos?

Por Francisco Calisto Giampietri

Recuerdo una frase que era utilizada por mi abuelita y que decía: “Que no se haga la del calzón con bobos”. Debo confesar que me tomó tiempo entender el eufemismo y cuán acertada es su aplicación a la situación que vive nuestro país actualmente con muchos personajes que, por acción, omisión o adaptación a la situación, deambulan orondamente con la referida y adornada prenda. Vemos entonces que lobos vestidos de ovejas quieren ataviar argumentos falaces utilizando herramientas castrochavistas para insistir con el cambio de Constitución a través de sus consejos de ministros descentralizados, atribuyéndole propiedades como si fuera la panacea que solucionará todos sus problemas, ¡gran falsedad!, y todo esto circunscrito en un entrante proceso electoral de ámbito regional y municipal que no se caracteriza por la transparencia y que hace que muchos lo cuestionen arduamente, pero sí tiene una consigna para los comunistas, hacerse del poder local para extender sus tentáculos basados en la disociación y la destrucción de la institucionalidad.

Observamos a su vez al otro lado de la acera, un Congreso cada vez más fraccionado, con bancadas por doquier generando enfrentamientos en la pugna por la titularidad de la próxima mesa directiva, mientras algunos miopes cerebrales sostienen que el fraccionamiento de las bancadas de izquierda debilita la posición del oficialismo, ¡¡¡qué errada percepción!!! Debemos tener claro, apelando a otro dicho de la abuela, que “la mona aunque vista de seda, mona se queda”; en los temas medulares, se unirán para enfrentar a la oposición, independientemente de que tono de rojo tenga su ideología. Pero a contramano, debemos reconocer los logros de este gobierno y que podríamos inscribir en el libro de récords Guinness, pues antes ningún gobierno generó, si mal no recuerdo, tres allanamientos a Palacio de Gobierno, más de media centena de ministros en menos de ocho meses, la vicepresidenta en funciones sometida a un procedimiento de acusación constitucional en el Congreso, prófugos de la justicia el ex secretario general, los sobrinísimos y un exministro con recompensas irrisorias por sus cabezas, muchos familiares de funcionarios que contratan con el Estado en contra de lo que establece nuestro ordenamiento y como la cereza en el pastel, el mismo Presidente de la República carga sobre su espalda, ya sin sombrero, ni liqui liqui, una investigación en la Fiscalía de la Nación y otra en el Congreso, ambas por supuestamente liderar una organización criminal, en fin, todo un rosario de perlas ganadas a pulso por la incapacidad de una gestión sacha virreinal, que practica el coaching ontológico a la estupidez y que día a día se hunde en un maremágnum de desaciertos e ilegalidades, concentrados en blindar al régimen.

Mientras todo esto sucede, muchos están esperanzados en el audio o video escarbado por un periodista en solitario, tibiamente apoyado por algunos pocos medios periodísticos y acompañados por la indiferencia de muchos que deberían estar contribuyendo a traer a la luz las ilegalidades que hagan que este régimen caiga, no nos hagamos pues los del calzón con bobos y nos pongamos de perfil ante las acciones que cada uno debe tomar, ni en el papel que le corresponde desarrollar en el lugar que nos toca ocupar en este momento crucial, dejemos de lado el cálculo político o personal y hagamos lo que debemos hacer sin dudarlo.