Carta dirigida a mi compañero de clase: Carlos Ferrero Costa (QEPD)
5 de febrero de 2025
Carlos:
Sé que te has ido. Voy a extrañar nuestras irreconciliables discrepancias, de las que son testigos los miembros de nuestra XVI promoción del colegio Santa María, las que, si no fuera por la estrecha amistad de nuestros padres y la admiración que te tengo por tu incorruptible honradez, no te hubiera podido enviar esta nota.
Desde que estábamos en el colegio, tenías vocación de ser político. Me acuerdo de que tú eras de tendencia de izquierda, creo que eras demócrata cristiano en la época de Cornejo Chávez, y yo no, porque era odriista. Dicho sea de paso, tienes que aceptar que el gobierno de Odría fue mejor que aquellos gobiernos a los que perteneciste; sin embargo, tu actuar en ellos fue impecable.
Me acuerdo de que cuando eras primer ministro y te quisieron imponer a (no digo su nombre) como ministro, esperaste que jurara para renunciar al premierato, demostrando que tu dignidad estaba por encima de tus aspiraciones. Siempre te admiré por ese elogiable actuar.
Como verás, Carlos, ya somos más que ochentones, y los ochenta me hacen difícil recordar fechas; sin embargo, me acuerdo de que cuando estabas en la clínica y yo salía de ella, pasé a verte. Estabas con Niní, tu encantadora esposa. Conversamos por un buen rato; te juro que hasta hoy me acuerdo de lo agradable que fue esa larga conversación.
Otra vez estaba en un café y tú te enteraste de que un grupo de la clase estaba allí, y con esfuerzo fuiste al café para estar con nosotros. Esa fue la última vez que nos vimos.
No puedo dejar de mencionarte que cuando era gerente de Ceper Agrícola Chavimochic, contraté a tu hijo Diego, agrónomo recién salido de la universidad. Tienes que saber que, durante el tiempo que trabajó con nosotros, hizo un estupendo trabajo. Me contaron que le dijiste a tu hijo que mucho bien le iba a hacer trabajar conmigo. Muchas gracias; lo que le dijiste a tu hijo no tiene precio.
Carlos, no solo creo que fuiste un gran político, sino también un gran hombre. El Perú te va a agradecer lo que has hecho por él. Creo que los más contentos de haberte enviado esta carta son nuestros padres que, como lo digo frecuentemente, eran grandes amigos. Siempre hablábamos de ti en el café Lombardi, esperando que nos aprobaran el préstamo en el Banco Agrario.
No quiero terminar esta nota sin decirte que te admiro por tu honradez acrisolada.
Nos veremos pronto.
Tu compañero de clase en el colegio
Jaime Miranda Sousa
Mira más contenidos siguiéndonos en Facebook, X, Instagram, TikTok y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.