Castillo, Maraví, Movadef y vacancia
El todavía presidente Pedro Castillo impuso a un atrabiliario simpatizante de sendero, como fue su primer ministro de Trabajo llamado Íber Maraví, para que inscriba en el registro de asociaciones sindicales autorizadas por el Estado a la Federación Nacional de Trabajadores de la Educación Peruana (Fenateperú). En su primer día en el cargo ministerial, Maraví cumplió instrucciones iniciando el trámite oficial para reconocer al referido organismo surgido de las entrañas de sendero luminoso vía el brazo político de esa organización terrorista llamado movadef. Maraví integró el gabinete presidido por “puka” Bellido, declarado admirador de la senderista Edith Lagos.
Bastarían trece días para que la densa burocracia del sector Trabajo inscriba en el padrón respectivo al primer sindicato magisterial afín al terrorismo. Lo registró como Comité Nacional de Reorientación y Reconstitución del Sutep (Conare-Sutep), gremio que aún reivindica la ideología del genocida guzmán reinoso y demanda la libertad de los “presos políticos”, como llama a los asesinos en serie pertenecientes a ese grupo subversivo. Dicho sea de paso desde muchos años atrás Castillo estuvo vinculado al Conare en su condición de dirigente/agitador de la facción senderista magisterial.
EXPRESO informaba en esa fecha que “Sobre la base de expediente No. 62549-2021, fechado el 30 de julio de este año, se ha expedido la constancia de inscripción de la Fenateperú y su Comité Ejecutivo Nacional por el periodo del 17 de julio 2021 hasta el 16 de enero de 2022.” Y agregaba que “La resolución se expide en aplicación a los principios de impulso de oficio y de informalismo establecidos en los numerales 1.3 y 1.6 respectivamente del artículo IV del Título Preliminar del Texto Único Ordenado de la Ley N°27444, del Procedimiento Administrativo General, aprobado con el Decreto Supremo N°004-2019-JUS”.
Al respecto, la vocinglera, arrebatada ministra –y a la vez congresista- Betssy Betzabel Chávez Chino, ¿habrá tenido el descaro de renovar esta inscripción que fue repudiada por la gran mayoría de sectores políticos/sociales, dado que vincula estrechamente a Pedro Castillo con sendero luminoso, reafirmándolo así como cómplice del terrorismo? ¿Entiende Betssy Betzabel que reviviendo esta malhadada resolución refuerza aquella potente causal de “incapacidad moral para gobernar” aplicable a su jefecito Castillo?
Por angas o por mangas el régimen Castillo revienta en problemas. Si Betssy Betsabel hubiese renovado esta inscripción de marras, habría entonces consolidado una sólida causal de vacancia para su mandamás Castillo. Porque al persistir en algo que pudo haber sido sólo una jugada del violento Íber Maraví para favorecer a una organización terrorista proscrita por las leyes de la República, habrá deslegitimado a su gobierno. De otro lado, de no haberlo hecho lo más probable es que el presidente Castillo rompa palitos con sendero, sublevando a aquella facción que se moviliza en las entrañas del profesorado. Un jaque político personalmente muy espinoso para el aún mandatario sindicalista.
¿Habrá reparado el Congreso en esta coyuntura, de cara a las mociones de vacancia que continúan siendo procesadas por diferentes comisiones? Recuerden y entiéndalo, parlamentarios: Castillo ni puede ni debe seguir gobernando. Insistimos: ¡Vacancia ya!