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Caviares, asesorías, consultorías y demás corruptela

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Fecha Publicación: 18/02/2023 - 23:00
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La campaña de la prensa caviar contra la adecuación de Sunedu, aprobada por el Congreso, muestra las dimensiones del interés de esta secta por continuar enriqueciéndose de la ubre del Estado, manejando ese ente estatal como viene haciéndolo desde 2015. Es decir, como si fuera la chacra del grupo de selectos caviares dirigentes del “partido” Morado. Como Francisco Sagasti, Fabiola León (esposa de Gino Costa), Walter Estrada y la actual congresista Flor Pablo, que representa en el Legislativo a este micro partido.

El sectarismo de la izquierda caviar es verdaderamente nauseabundo. Sólo es válido lo que ellos digan o hagan; que aprueben o desaprueben; que afirmen o nieguen. Todo lo demás es nefasto, repulsivo, inclusive criminal. Es el caso de Sunedu, el ente regulador de la educación cuya misión, según su portal, estriba en “Asegurar una oferta educativa de calidad en favor de los estudiantes, a través del licenciamiento y supervisión de este servicio público con eficiencia, predictibilidad, transparencia y respeto a la autonomía universitaria.” Desde sus inicios, los caviares secuestraron este ente estatal sabedores de que, a través del mismo, se infiltraban en un rubro económicamente rentable y políticamente influyente para su ínfima organización partidaria que, a través del cabildeo que practica con eficiencia ante el poder Legislativo, se vende como referente de lo políticamente pluscuamperfecto y lo moralmente correcto.

Los caviares son unos habilísimos zánganos, que se infiltran en el mundo de entidades públicas (con recursos económicos importantes y palanqueo mediático garantizado), desde donde consiguen saciar las multimillonarias demandas económicas que requieren sus integrantes, para solventar el alto costo de vida que lleva la mafia de caviares que sin generar algo útil para el Estado, viven como millonarios del dinero público que aporta el oprimido y exprimido Juan Pueblo. La mecánica para robarle ene miles de millones de soles -anuales- al Fisco es facturando multimillonarios servicios por asesorías y/o consultorías que, obviamente, nadie necesita. ¡Por tanto, no le sirven al Estado! Un delito grave que demuestra la presencia de una organización criminal al interior del aparato estatal, que más temprano que tarde NECESITA ser denunciada, expectorada. Porque, a través de ese aparejo de corrupción, el Fisco peruano no solamente dilapida cada año miles de millones de soles; sino que actúa como financista oculto de esta siniestra organización política, que se nutre del Presupuesto estatal para saciar la voracidad de esos gangsters de la política conocidos como los caviares. Una camorra que, desde comienzos del milenio, ha manejado sottovoce el hilo de sucesivos gobiernos, apelando al chantaje orquestado en función a conseguir multimillonarios recursos que éstos extraen del Estado mañana, tarde y noche.

Desgraciadamente no basta la flamante ley que mejorará la marcha de Sunedu para ponerle coto al clan caviar, que actúa cual plaga de langostas engullendo nuestro dinero. Necesitamos expectorar a esa lacra de todo el espectro público poniéndole fin al corruptor vicio de las “asesorías y consultorías”. Cambiémosla por aquel millón de burócratas que laboran para el Estado, mejorando sus capacidades y, por consiguiente, elevándose sus haberes.

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