Caviares y prensa venal impusieron al comunista Castillo
¡Perú se va al demonio a pasos agigantados! Por un lado, económicamente arruinado, socialmente inflamado y políticamente defraudado. Por otro, estratégicamente dirigido por una banda senderista que monitorea La Habana, para exacerbar el ánimo popular agudizando las diferencias de clases en plena desesperanza ante el encarecimiento general, la falta de trabajo y, como consecuencia, el empobrecimiento a extremos de indigencia de millones de peruanos. Un plan macabro que lo cumple al pie de la letra el régimen comunista de los cerrones, castillos, bellidos, bermejos, etc., que llegó al poder gracias al auspicio de la izquierda caviar reverberada por la corrompida prensa vizcarrista y sagastista capitaneada por RPP, El Comercio, La República y canales: 2, 4, 5, 7, 8, 9. Ambos aplaudieron el golpe de Estado dirigido por el miserable Vizcarra, exasperando al ciudadano con ininterrumpidas transmisiones televisivas de 24 horas durante 2 días seguidos, publicando escandalosas portadas y urticantes noticias en periódicos y redes sociales. Incitaban al pueblo a capturar las calles para “clausurar el Congreso golpista y defender a Vizcarra.” ¡La izquierda procuraba urgentemente que la juventud incendie Lima con marchas violentas, que alentarían entre otros los CEO del BCP y Alicorp. ¡Como cuando ese ancien regime resolvía problemas con Velasco o Montesinos. ¡Necesitaban que renuncie el presidente Merino, para que en el Congreso lo sustituya por Sagasti; uno de los suyos! Eran los días de vino y rosas de la gauche caviarona. ¡Se consideraba imbatible! No estaba dispuesta a que algún acciopopulista anónimo resquebraje el poder hegemónico que venía acrecentando desde los albores del siglo, gracias a aquella revuelta callejera llamada “marcha de los cuatro suyos” organizada por Gustavo Gorriti y financiada por Soros. El destino quiso que el pueblo hiciera desaparecer a los caviares en la primera vuelta de las pasadas elecciones. Era previsible que tanta población indignada votase por el comunismo, inducida por un miserable como Vizcarra, que desatendiese al pueblo frente al Covid y cerrase mes y medio la economía generando el malestar social que le dio triunfo a su entonces aliada : La izquierda en general. ¡Incluidos los caviares! Todos haciendo eco al ucase comunista, prometían al pueblo ocuparse de sus necesidades. Y en esas andamos, amable lector. Una ciudadanía engañada y un país hecho trizas. Porque lo último que hará el comunismo será lo que ofreció en la campaña. Lo que sí ejecutará –y viene realizándolo en forma implacable- es convertir al Perú en Cuba o Venezuela.
Sirva el preámbulo para enrostrarles a los caviares y a esa prensa rastrera que hemos señalado que el desastre en que vivimos es culpa exclusivamente suya. Y espetarles que de nada sirve ese giro informativo cobarde que han pegado, al verse amenazados por el proceso polpotiano que ha capturado el país libre y democrático que conocimos.
¡Y probablemente perdamos por traición de vendepatrias como los mohmes, zamoras, miroquesadas, delgadoparkers, cúneos, etc.! ¡El daño que ustedes han producido no lo revertirá su oposición cobarde de última hora! ¡Lo solventará el pueblo peruano con el periodismo libre que todavía queda en este país!
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