Ceremonia del té
Ichi-go ichi-e dice en japonés que un encuentro nunca se repite. La frase que los zen aprecian se traduce como “una vida, un solo encuentro”, nada es igual; como en la ceremonia del té, se nos dice que cada ceremonia es única, genuina y que no hay copias, es particular, aunque haya una segunda o una tercera. Sen-no Rikyu introdujo este principio en el siglo XVI.
No se trata de volverlo a intentar, cada evento tiene una especificidad propia, ese es su valor. Si en la primera ceremonia se cayó una gota sobre la vestimenta, olvida sin borrar; habrá una segunda ceremonia, pero será “primera”, pues la anterior fue una singularidad. “Lo que estamos experimentando ahora no volverá a ocurrir”. Como en el río de Heráclito.
Visitas repetidas y aparentemente similares en la vida social, sentimental o laboral, la ilusión del calendario, pues cada encuentro es único y deberás apreciar los detalles como nuevos. Allí la lección de la ceremonia del té: “no recuerdes lo que no volverá a suceder ni te afanes en el encuentro de mañana, que no alcanza siquiera a su reedición”, ichigo ichie, cada momento tiene su propio valor. Es más, en cada ceremonia del té hay una nimiedad o un suceso que la diferencia de la anterior. No te parezcan monótonos los días.
El té no es lo que se sorbe, es el tiempo actual en plenitud. Es el ritual de vida, la sacralidad de la atención plena, de la contemplación y del aprovechamiento de lo que no será jamás, aunque se asista tres veces o más. Es importante percibir y concentrarse en el arte. El hombre se sienta y se abraza el momento con fuerza. Un día a la vez, que se entiende como el carpe diem de Horacio, pero con intensa minuciosidad. Aprovecha el día; ergo, no aguardes el mejor momento, el mejor momento es hoy, solo que estás ocupado en el ceremonial de mañana y el mañana es una semántica.
No te distraigas, la ceremonia y sus movimientos singulares deben ser lo único existente, luego pasará, no volverá. Aligérate, bebe despacio y mira bien. No intentes predecir cómo será la ceremonia por venir, todo será novedad. El anfitrión puede ser el mismo, pero nunca será el mismo, dice el zen. Bebe todo el cuenco, tómate tu tiempo. Horas con chakaiseki y Koicha. Saborea y observa el cambio. Como cada día, tendrás solo una oportunidad.
Mira más contenidos siguiéndonos en Facebook, Twitter, Instagram, TikTok y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.