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¿Chau, Ejecutivo o chau, Legislativo?

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Fecha Publicación: 06/12/2022 - 23:00
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Cuando pensamos en sistemas de gestión que no funcionan, o que al verlos operar se nota una gran dificultad para avanzar, generalmente, pensamos que esto se debe a que los recursos involucrados son deficientes, que no hay un norte claro, entre otras variables que, de manera inmediata, nos invaden; pasa en el fútbol, pasa en las empresas, y claramente, pasa en el gobierno.
Solemos pensar que el motivo principal de la falla de un equipo es la insuficiencia de capacidades de sus miembros, pero, ¿cuándo nos cuestionamos la falta de liderazgo? Y aquí no hablo de la ausencia física de un líder, aquí hablo de la falta de gobernabilidad, de tener fuerzas jalando en direcciones opuestas, de no tener consensos sobre la dirección de un equipo; aquí radica el principal problema de cualquier equipo o sistema que no funciona.

Cuando hablamos de falta de gobernabilidad, justamente estamos puntualizando en la NO alineación de criterios por parte de quienes tienen las autoridades de gestión dentro de un sistema; por ejemplo, el equipo presidencial (Poder Ejecutivo) y los congresistas (Poder Legislativo). Lamentablemente, estamos habituados a ver un enfrentamiento continuo entre ambos poderes del estado, pero este hábito destructivo que tenemos no nos permite ver que aquí está una de las principales causales de nuestra falta de desarrollo como país. Ya tenemos semanas con la atención puesta en la imposición de poderes, uno sobre otro, donde lo que se espera al final es ver quién derrota a quién, si se cierra el Congreso o si se da la vacancia presidencial... y en estos escenarios, sí o sí, sigue perdiendo el país. Ahora, si nos ponemos a analizar, veremos que la vacancia presidencial no es sólo una imposición pretendida o capricho del Congreso, la vacancia presidencial es una necesidad en este caso, dada la deplorable capacidad de gobernar que tiene nuestro hoy presidente, por no hablar de los groseros casos de corrupción que lo involucran; además, con más de un año en el cargo, no ha existido un sólo proyecto u obra que permita decir “esto va a sumar”... ¡nada! (No da ni para decir “roba pero hace obras”).

Aún no llegamos al segundo año de gobierno de este señor y ya entramos en esta novela de pedir la confianza, que se la nieguen, insinuar el cierre del Congreso, luego decir que no será así, solicitud de vacancia, pedidos de renuncia, caos puro... el tema está tan complicado que no hay que elegir entre uno u otro, ¿chau, Ejecutivo o chau, Legislativo?... ¡que se vayan los 2! Ojalá el 2023 nos depare una renovación total de todos los miembros del sistema de gobierno. Buena semana para todos.

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