Ciberseguridad

En un mundo cada vez más digitalizado, la gestión de la seguridad de la información se ha convertido en una prioridad tanto para las entidades financieras como para los ciudadanos. La Superintendencia de Banca, Seguros y AFP (SBS) de Perú ha tomado un paso significativo al modificar el reglamento para la Gestión de la Seguridad de la Información y la Ciberseguridad, precisando las responsabilidades de las empresas en la realización de operaciones y las validaciones necesarias para corroborar la identidad de cada tarjetahabiente. Estas modificaciones son fundamentales no solo para la protección de los consumidores, sino también para el fortalecimiento de la democracia dado que si los derechos de los ciudadanos no son respetados, la confianza de ellos sobre el sistema comienza a carcomerse.

La seguridad de la información es esencial en un entorno financiero donde las operaciones no reconocidas han liderado la lista de reclamos más frecuentes en 2023. Retiros no autorizados y consumos no reconocidos en tarjetas de crédito representan una amenaza constante para la confianza del usuario en el sistema financiero. La nueva normativa de la SBS busca asegurar que los bancos implementen medidas robustas para verificar la identidad de los usuarios y, en caso de disputas, establezcan claramente la responsabilidad del cliente en dichas transacciones. Sin embargo, también establece que el banco debe probar el dolo del cliente para exonerarse de asumir el daño, evitando así una patente de corso sobre este tema. Los bancos deberán acreditar la responsabilidad el usuario de las transacción en controversia para librar asumir el daño.

La creación de políticas públicas en torno a la seguridad de la información no es solo una medida técnica, sino una acción esencial para la protección de la democracia. En una sociedad donde la información fluye a través de canales digitales, garantizar la seguridad de esta información es garantizar la libertad y los derechos de los ciudadanos. La confianza en el sistema financiero es un componente vital para el funcionamiento democrático, ya que una ciudadanía que siente que sus datos y transacciones están protegidos, es una ciudadanía que confía en sus instituciones.

Sin embargo, hay que mirar más allá del ayer y poner la mirada en el ahora y el futuro. Hoy ya se cuenta con tarjetas de crédito que no registran el nombre del cliente. Al hacer entrega de este producto, los clientes tienen una tarjeta que no tienen como probar su pertenencia. Esto que hoy se anuncia para las operaciones de crédito y débito ¿Aplicará para las billeteras electrónicas? El panorama de amenazas cibernéticas está en constante evolución, con atacantes desarrollando continuamente nuevas técnicas para explotar vulnerabilidades.

¿Cómo se hará en estos casos? La banca debe repensar cómo validar la identidad del usuario tan a la par como innova, caso contrario se complicará el uso de este tipo de productos financieros. En el futuro, es claro que el dinero electrónico ganará cada vez más terreno y la SBS no debe esperar que nos explote en la cara este tema para recien reglamentar.

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