Clara advertencia

El vicepresidente del Grupo de Riesgo Soberano de Moody´s , Jaime Reusche, ha transmitido una clara advertencia al gobierno peruano: si tienen otro desliz en el déficit fiscal (superando el tope fiscal de 2.4%, al lograr 2.8%) se va a revisar la calificación crediticia del país. Lo preocupante del caso es que el gobierno no parece tener un claro entendimiento de lo que eso significa, sino no tendrían la actitud que tienen. El más claro ejemplo de lo anterior es la protección de Dina Boluarte al ministro de Energía (“ver Boluarte es la responsable” del 15.01.24), a pesar que Oscar Vera es el principal responsable de los excesos en la Nueva Refinería de Talara y de los requerimientos de fondos de Petro-Perú al Tesoro Público, que obviamente afectan el déficit fiscal. Asimismo, en el caso del PCM se trata la criollada de Otárola al manifestar que “no habrá dinero fresco (ni) capitalización, a favor de Petro-Perú”, para luego enterarnos que eso no incluía las garantías ni apoyos indirectos a PP. Todo esto sobre una empresa que durante años engañó a la ciudadanía haciéndole creer que solo se estaba ejecutando una ampliación y modernización de la vieja refinería de Talara, hasta que fueron desmentidos por Eduardo García Rossel, en ese entonces presidente de la petrolera estatal. En un mundo globalizado, en el que instituciones como las calificadoras de riesgo y otros efectúan seguimientos diarios de cómo evoluciona nuestro país y sus principales instituciones, actitudes como las de Boluarte, Otárola y de los funcionarios de PP nos pueden costar muy caro. Sobre todo si se refieren a Petro-Perú, principal causante de los excesos fiscales, y a la que Moody´s ha degradado su calificación crediticia en dos oportunidades hace relativamente poco tiempo. De otro lado, resulta evidente que casi todos los altos puestos del Ejecutivo y los congresistas perciben actualmente ingresos que no los podrían conseguir en el sector privado. Asimismo, hay que considerar que las calificadoras ya han llamado la atención sobre la tendencia de privilegiar los intereses personales, o grupales, sobre los nacionales. Alerta que no solo es obvio que no ha sido atendida, sino que la tendencia negativa en este sentido se ha profundizado.

Además, es necesario precisar que la advertencia de Moody´s es sobre nuestra situación fiscal, que durante los últimos 20 años ha sido nuestra principal fortaleza. Tan es así que los resultados del déficit fiscal del año pasado constituyen la primera vez en que aquellos están por encima del techo establecido para ese año. Por lo que las autoridades, que cada vez pierden más credibilidad, deberían de poner mucho cuidado para que de ninguna manera se repita dicha situación. Sobre todo, si se tiene en cuenta que para este año el techo del déficit es más bajo que el del 2024, siendo de 2.0 del PBI, versus 2.4% el año pasado. Y que un eventual nuevo desliz fiscal y la correspondiente revisión de nuestro riesgo soberano podría originar la pérdida de nuestro grado de inversión.

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