ÚLTIMA HORA
PUBLICIDAD

Comité contra la corrupción (Icac) de Hong Kong

Imagen
La propiedad segura y los derechos sociales
Fecha Publicación: 03/01/2023 - 23:30
Escucha esta nota

Hong Kong empezó a tener éxito en el control de la corrupción cuando, aun estando en manos de los ingleses, su gobierno concluyó que la corrupción no es posible desaparecerla, pero sí disminuirla constantemente. Para reducirla crearon la Comisión Independiente Contra la Corrupción, la misma que llamaron “Independent Commission Against Corruption” (ICAC).

El ICAC fue establecido el 15 de febrero de 1974, durante la gobernación inglesa de Hong Kong, siendo el gobernador Sir Murray MacLehose la persona que tuvo el mérito de organizar una institución capaz de reducir una corrupción severamente establecida como la que existía en ese puerto.

El principal objetivo de los ingleses fue limpiar la endémica corrupción que existía en los múltiples departamentos que dentro del sistema podían llegar a tener, internacionalmente, gran tamaño comercial.

Durante el siglo XIX el Occidente fundó en Hong Kong grandes conglomerados multinacionales. Estos fueron instituidos para gestionar el comercio entre China y el Occidente como sucesoras de los “Hong” chinos que habían operado en lugares como Cantón, antes de la Primera Guerra del Opio (1838-1842). Estas empresas corruptas se radicaron, sobre todo en Hong Kong.

El éxito en la disminución de la corrupción se debió al gobernador inglés de Hong Kong, Sir Murray MacLehose, que fue quien creó la estrategia que tenía el ICAC en su lucha contra la corrupción.

Como parte de su estrategia, el ICAC estaba obligado a examinar los sistemas y los procedimientos que tenían los departamentos del sector público, con el fin de corregir las operaciones de las organizaciones del sector público, es decir, los departamentos gubernamentales y los organismos públicos; ello, para llenar los vacíos que en ellos existían y que eran los que originaban la corrupción. Otra de las estrategias fue educar a los ciudadanos para hacerles apoyar la labor del ICAC, además buscaba castigar penalmente a los que cometían actos corruptos.

Hoy Hong Kong es uno de los lugares menos corruptos del mundo, razón por la que los políticos peruanos que verdaderamente luchan contra la corrupción deben estudiar la historia y el funcionamiento del ICAC, porque si un sistema ha funcionado en Hong Kong, de todas maneras funcionará en el Perú, porque la historia de Hong Kong, en lo que se refiere a las condiciones para ser corrupto, eran mayores que las peruanas.

No quiero terminar sin afirmar que los controles que se requieren para eliminar totalmente la corrupción, la promueven, y que por ello hay que optar por una estrategia como la del ICAC. Cuando fui gerente general del ILD de Hernando de Soto se trató sobre el ICAC.