Cómo hacer que te pasen cosas buenas

Es encontrar paz, en un mundo loco, inestable, hoy digo sí, mañana no, debemos entender que la paz no se encuentra fuera de nosotros sino dentro de cada persona, es necesario construirla con sabiduría, felicidad, que consiste darle sentido a la vida, conectarte con lo bueno de la existencia humana, que es distinto a sentir bienestar, que es pasajero, como compartir una buena cena, disfrutar de un partido de fútbol, una caminata, que es bueno, pero la felicidad es un compromiso del corazón consigo mismo y las personas que te relacionas.

La dopamina es la hormona del placer, que nos permite disfrutar de las cosas buenas que hacemos, como estar en contacto con la naturaleza, sentir el silencio de la noche, mirar las estrellas, la luna, el amanecer de una mañana, la frondosa vegetación, el ruido del mar, la lluvia, el sol, las estaciones del año, cada una tiene su encanto, depende con el cristal que la mires, escuchar música, que ayuda a relajarte, concentrarte, que fluyan las ideas, que se conoce como lluvia de ideas, que ayudan a tomar mejores decisiones, no hay que permitir que las emociones invadan la mente, es necesario decidir objetivamente cuando la mente esté tranquila, porque sin querer se puede incurrir en errores insalvables, por eso la prudencia, el tino, las alternativas, ayudan a ver los pro y los contra, aseguro que actuando de esa manera la personas se van a sentir mejor.

Es muy importante la voluntad de hacer las cosas, simplemente porque tiene que partir de cada persona, que el resultado es beneficioso, no solamente es importante, el estímulo, la motivación, que sientas en el fondo de tu ser que estás haciendo bien las cosas, porque son buenas, otorgan tranquilidad, sosiego, estabilidad; y sobre todo, ayudan a canalizar las frustraciones, las impotencias, las iniquidades, que son obstáculos que se presentan en el desarrollo de la vida, empero, con el sentimiento profundo de la voluntad de vivir en toda la extensión de la palabra, encuentras las respuestas, que las frustraciones son pasajeras, no duran para toda la vida, son modificadas por la actitud de cada persona, no permitas nunca que te conduzcan a la inacción, todo lo contrario, debes expresar las emociones para liberarte de las cargas interiores, caso contrario, no podrás resolver el presente, porque cargas una mochila del pasado irresuelta, menos el futuro, corresponde resolver el presente, el ahora, el aquí, no hay que olvidar que el ser humano supervive de acuerdo a su circunstancia, que debemos manejarla desde adentro, si no, no avanzamos.

Es necesario aprender a gestionar la vida para que sucedan cosas buenas, conforme al desarrollo de cada persona, que sea autosuficiente de resolver las cosas que le tocan vivir, sin desesperarse, sin ansiedad, ni angustia, porque se corre el riesgo de convertirse en una persona dependiente, que necesitas la aprobación de terceras personas para tomar las mejores decisiones, no hay que confundir saber escuchar sugerencias que tomar decisiones propias, porque estás en la capacidad de hacerlo, posees inteligencia, voluntad, creatividad, ingenio y sabiduría para hacer las cosas bien.

La resiliencia se relaciona con el concepto que hemos desarrollado, “cómo hacer que te pasen cosas buenas”, porque significa poseer tolerancia, madurez, paciencia, prudencia, personalidad bien constituida, que permita manejar los espacios, tiempo y persona, saber escoger y decidir las cosas que te gusta realizar, saber conducirte en momentos buenos y difíciles.

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