¿Cómo pensó Jacques Lacan?
Jacques Lacan pensó, construyó, su teoría psicoanalítica, principalmente, con dos lenguajes y dos formas metodológicas: Empleó la lógica para transpolar categorías de otras disciplinas hacia el psicoanálisis, y transformarlas por el “ceteris paribus” en categorías psicoanalíticas; y empleó la matemática como método subyacente para pensar. Este artículo tiene como objetivo determinar la forma del pensar del intelectual ideográfico, cualitativo, a partir del caso de Lacan y su teoría del “sujeto”. Por lo cual, es necesario hacer una breve genealogía de la construcción de su obra, de sus tres registros: lo imaginario, lo simbólico y lo real. Él estructura su propuesta, básicamente, sobre pedazos de pensamiento de Claude Levy Strauss, Ferdinand de Saussure y Friedrich Hegel. Lacan lee a Freud a través de Claude Levy Strauss y su propuesta de antropología estructural. Tomó el concepto de “estructura”, a la cual la define como un conjunto de elementos que conforman un conjunto co-variable, y cuya lógica consiste en que, si se modifica un elemento del conjunto, entonces, se modifica toda la estructura. He aquí la primera epistemología acerca de la estructuración lacaniana del sujeto. Para él, el sujeto es producto de la cultura. Lacan asume como dimensión dominante al registro simbólico. Trata de desentrañar la estructura simbólica que determina al sujeto. Los veintisiete seminarios, o lecciones, dictados uno por año, son atravesados por un hilo conductor gnoseológico que organiza, o periodifica, su obra en tres etapas. Una primera, entre 1953 y 1960, que abarca los siete primeros seminarios, y que el propio Lacan la denominó como de retorno a Sigmund Freud. De entrada, Lacan opone su propuesta del “sujeto” a las ideas del “yo” y de “pulsión”.
Una segunda, en la cual Lacan lee a Sigmund Freud Freud a través de Ferdinand de Souseure y su propuesta lingüística, simbólica. La idea es que no existe correspondencia entre la palabra y la cosa, y que de lo que se trata es de buscar en el “signo lingüístico”. Es decir, en la relación significado-significante. Por supuesto, hay un contexto en dicha relación, que es el que otorga “el valor de la palabra”. Así, el signo linguístico aparece como indisoluble. Para Soussure, lo que puede modificarse es el valor del signo. Lacan modifica a Saussure, al punto que invierte el signo lingüístico, o la relación significante-significado. Para Lacan, lo que predomina es el significante. Ocurre que el sujeto se hace en el significante, y, a la vez, la relación entre significante y significado siempre está a punto de deshacerse. Para Lacan, los mecanismos fundamentales del inconsciente son mecanismos del discurso, y se encuentran en “la metáfora” y “la metonimia”. El sujeto está tomado por la “cadena significante”. Por lo cual, la primera definición que hace Lacan del sujeto es a partir de la primacía del significante. Lacan dice que “Un significante es lo que representa un sujeto para otro significante”. Como vemos, para Lacan no existe el “yo” autónomo, sino que el sujeto que está tomado por el campo significante, por el campo simbólico del otro. Una tercera, en la cual, Lacan también lee a Freud a través de Friedrich Hegel, y su concepto de “deseo”, abordado en el libro La dialéctica del amo y el esclavo. Lacan toma algunos conceptos básicos de Hegel. Ocurre que Hegel se interroga por la constitución del hombre, y por su relación con el mundo. Este filósofo sostiene que hay dos momentos en la constitución humana, uno tras el otro. Una, que llama “la consciencia en sí”, en la cual el hombre se enfrenta al mundo, pero de manera pasiva y contemplativa; y otra, que llama “la consciencia para sí”, en la cual el hombre tiene consciencia de su enfrentamiento con el mundo, y adquiere consciencia de sí mismo. Hegel piensa que la toma consciencia del hombre es un proceso que implica la desaparición del sujeto cognoscente en el objeto contemplado. El hombre es absorbido por el objeto contemplado, al punto que deja de pensar en sí, se olvida de sí. Hegel piensa que no hay un camino que saque el hombre del estado de contemplación, y que lo vuelva sobre sí mismo. Que lo conduzca de la consciencia a la autoconsciencia. Hegelianamente, Lacan sostiene que el deseo es el deseo de otro deseo. Así, lo que los hombres deseamos es el deseo del otro. Finalmente, este artículo ha tomado la categoría “sujeto” para desentrañar a Lacan, pues esta ocupa el centro de la construcción de su teoría psicoanalítica, y es útil para comprender cómo pensó Jacques Lacan.
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