¿Cómo te sientes hoy?

Quizás no te lo has preguntado aún, sólo tienes la sensación de la emoción presente, sea diferente a otros días lo que percibes de ti, en estos momentos o quizás tengas un buen tiempo contigo dicha emoción.

Hoy quiero llevarte a tener herramientas de inteligencia emocional para que puedas aliviarlas, llevarlas a hacerlas conscientes, transformarlas y así, puedas tener mejor calidad de vida.

La inteligencia emocional es la capacidad de percibir, expresar, comprender y gestionar las emociones. Es importante desarrollarlo porque cuanto más comprendamos estos aspectos de nosotros mismos, mejor serán nuestra salud mental y nuestro desarrollo social.

¿Te animas a empezar?

Muchas veces tenemos una mochila muy grande llena de esa emoción destructiva, como tristeza, decepción, frustración, desesperanza, angustia, ansiedad, remordimiento, culpa y mucho más… pues es hora de darle nombre a todas las que sientas, porque es el primer paso.

1.-Nómbralas: Realicemos una lista o recuerda cuáles son las emociones que sientes y luego las que vienen antes de ellas y después.

2.- Reconócelas: ¿Es importante que tomemos conciencia como aparecen y que los detona? Qué aspectos físicos describen tu emoción, quizás si es ira, sientas calor, transpiración en ciertas partes del cuerpo, presión que sube desde el estómago hacia el pecho que lleva como un volcán, trabaja en todos estos aspectos para que cuando surjan puedas llevarlo a tener inteligencia emocional.

3.- Obsérvalas: Efectivamente, las emociones pueden contener información útil para el funcionamiento personal y social, pero a veces estas emociones también pueden abrumarnos y hacernos actuar de maneras que después nos lamentamos.

4.- Piensa en las reacciones: Ante determinadas circunstancias, como por ejemplo una discrepancia que termina en una discusión, la inteligencia emocional puede marcar la diferencia entre distintas reacciones: la buena sería tratar de no tomárselo como algo personal, y la mala sería dejarse llevar por el enfado y terminar faltando el respeto a su interlocutor.

5.-Respirar la emoción: No pelees contra ellas, las emociones se experimentan en el cuerpo en forma de opresión en el pecho, dolor de estómago y sudoración, entre otras. Normalmente, cuando se activa un nivel de alerta considerable, las personas tienden a bloquearse con ellas, tienen miedo a ellas o simplemente las dejamos que se liberen solas sin control.

La clave para superar esos brotes de ansiedad, miedo, frustración o ira, es el control de la respiración, la atención en una respiración profunda y lenta te ayudará.

5.-Ponerse en el lugar de otro: Si usted es capaz de extender estas habilidades más allá de su propio funcionamiento personal, entonces esa es otra señal que tiene altos niveles de inteligencia emocional.

La inteligencia emocional puede ser particularmente importante en puestos que requieren de un intenso “trabajo emocional”, como la atención al cliente, un desempeño profesional en el que los trabajadores deben gestionar sus emociones y las de los clientes de acuerdo con las normas de la empresa. Aunque en ocasiones un cliente decepcionado les esté gritando.

Es muy importante desarrollar nuestra inteligencia emocional, no solo para el plano laboral, en las relaciones interpersonales, sino es ir conociéndonos despacio y encontrar la armonía en nosotros mismos.

Búscame como Zu Ghersi, para conducirte y transformar este tema de hoy, que desde la perspectiva Mindfulness te podré ayudar cuando más lo necesites.
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