¡A completar su tarea, congresistas!
El Congreso tiene pendiente de resolver un asunto de trascendencia para la salud moral y jurídica del país. Esto es, aprobar el dictamen de la Comisión de Justicia del Legislativo que acusa a todos los integrantes de la Junta Nacional de Justicia JNJ de cometer falta grave por interpretar -inconstitucionalmente- la Carta Magna (función que obviamente no les corresponde) y paralelamente disponer la inmediata remoción del cargo de todos sus componentes. La decisión debió haberla adoptado el Pleno del Legislativo el jueves o viernes pasado. Pero por razones no precisadas -pese a la gravedad de la falta- quedó pendiente. Esperamos que hoy -o mañana a más tardar- el Congreso resuelva tamaña violación constitucional por los miembros de la JNJ, encargados nada menos que de designar y/o remover a nuestros jueces y fiscales, entre otras autoridades. Este asunto ha sido intolerablemente politizado por los integrantes de la JNJ, todos de factura caviar y conducta impresentable para integrar una entidad de tal naturaleza. Incluso han gastado fondos públicos viajando plañideramente en queja a la OEA y CIDH a defender lo indefendible. Su delación no sólo es falaz, sino inconsistente y malintencionada. Porque pretende acusar al Parlamento, ante politizados órganos transnacionales, de violar la Carta Magna por aplicar penas que le faculta nuestra ley de leyes: la Constitución. Hay más. Esta misma ralea caviar aplaudió al golpista Martín Vizcarra cuando ordenó -él sí, de manera inconstitucional- la clausura del Consejo Nacional de la Magistratura, convocando al Parlamento a una Legislatura Extraordinaria en estos términos: “Es el momento de actuar firmes frente a esta situación. El pueblo se lo demanda.”
Es evidente que la mafia caviar está a la ofensiva porque, claramente, ha perdido el control del sistema judicial peruano que, durante dos décadas, ha manipulado con mano dura para satisfacer sus propios in-te-res-es. Ello, en gravísimo desmedro del resto de ciudadanos quienes, acatando los postulados constitucionales limitaron su participación en la conducción del Estado a votar por sus autoridades. No obstante, apelando sobre todo al chantaje mediático -porque los caviares controlan la mayor parte de la mal llamada gran prensa, hoy obviamente venida a menos- estos usaban esos medios para chantajear a las autoridades amenazándolas con publicar falacias contra ellas, si no satisfacían sus exigencias.
Ha sido tanto un acto ilegítimo como una muestra de cobardía de los miembros de la JNJ, viajar a EE. UU. y Costa Rica para denunciar al poder Legislativo, facultado por la Constitución para investigarlos. ¡Y a cesarlos en el cargo, si encontraran culpa en su accionar! El Pleno se limitará a aprobar/desaprobar el dictamen de la comisión de Justicia, mínimo con 87 votos -según la Carta- tomando en cuenta precedentes como el del golpista Vizcarra, a quien los caviares colmaron de congratulaciones porque fue quien urdió la destitución de los integrantes del Consejo Nacional de la Magistratura. No sigamos endiosando a los caviares amos de la verdad y celadores de la Justicia. Estos traidores sólo pasarán a la historia como oportunistas, falsos justicieros y enemigos eternos de la democracia.
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