Concepto de resiliencia

Es la capacidad que posee una persona o grupo para afrontar las adversidades de la vida. La adaptabilidad y aceptación de que existen dificultades de diferente naturaleza permiten tener una visión amplia de las situaciones que se presentan y cómo se solucionan. También se enseña a ser resiliente. Es importante la genética, la herencia, lo social y cultural. Considerando el perfil de un resiliente, es una persona realista, objetiva, que le otorga sentido a la vida en sus acciones, asumiendo control de los acontecimientos. Es importante identificar las causas de los problemas, manejando los impulsos y las emociones, y mostrando adaptabilidad al cambio partiendo de una introspección de sí mismo, siempre con un buen sentido del humor. Tiene capacidad de relacionarse, encontrando apoyo en la familia; sin embargo, cuando la persona está sola, no tiene familia, lo asume solo o sola. No huir de los problemas, para eso debe desarrollar confianza en sí mismo, teniendo iniciativa e independencia, siendo creativo con una alta conciencia moral de lo bueno y malo. El dolor es inevitable, el sufrimiento es opcional. El ser humano no puede quedarse con los brazos cruzados; tiene que actuar para solucionar los avatares de la vida.
Graficaremos algunos casos de resiliencia. El primer caso se trata de un niño que abandonó su hogar por el maltrato físico y psicológico de sus padres, decidiendo vivir en las calles, donde se sentía acompañado, querido, estimado, aceptado, sin críticas de ninguna naturaleza. Para subsistir, tenía que robar hasta los quince años. Ya siendo una persona adulta, conoció a su madre, que lo había abandonado cuando nació. El padre era un sujeto que vivía al margen de la ley, no tuvo buenos referentes; sin embargo, en su interior había una luz que iluminaba su camino y le hacía ver que la vida que llevaba no era la correcta y que su vida debía ser distinta, una persona de bien. Oportunidad que encontró en una familia que lo apoyó en sus estudios de secundaria, logrando terminar la media y pudo ingresar a la universidad a estudiar medicina, graduándose de neurocirujano, ayudando a niños con problemas del sistema nervioso y sacándolos adelante. En su relato nos cuenta que no estaba conforme con la vida que tenía, existiendo una fuerza interior que lo motivaba a tener voluntad, afrontando las adversidades y pidiéndole a Dios que lo ayudara a cumplir sus metas. En la actualidad, contrajo matrimonio con una colega de su especialidad y tienen cuatro hijos, y a todos los ha educado en colegio nacional con la finalidad de interactuar con personas de diferentes estatus sociales, conocer sus necesidades y poder ayudarlos, instalando en los hijos sentimientos de solidaridad para con el prójimo.
El segundo caso se refiere a una mujer, esposa y madre, que perdió a su esposo en un accidente, quedando viuda a los treinta y dos años, sin familia en el país y con hijos pequeños. La madre tenía dos hermanos en el extranjero, con poca comunicación. Con un nuevo rol de padre y madre, sin apoyo de ninguna naturaleza, en su mente solo existía proteger y sacar adelante a sus hijos. A pesar de las diferentes dificultades que se presentan en el desarrollo de los hijos, específicamente en la salud, supo aquilatar las adversidades, logrando que los hijos concluyeran sus estudios secundarios y pudieran ingresar a la universidad, estimulando siempre la unión de los hermanos y la madre, pasando momentos difíciles como el terrorismo, enviándolos al extranjero por medidas de seguridad. En la actualidad, ambos son casados con hijos y han sacado el buen corazón de la madre: fuertes, sin temores frente a la vida, realistas, luchadores, no se amilanan por nada, siempre buscan las soluciones; frente a un problema, actúan, toman las mejores decisiones. Se han hecho cargo de otros niños a través de Unicef, obteniendo satisfacciones espirituales y siguiendo el ejemplo de la mamá, que en la actualidad sigue ayudando a niños y adolescentes de la calle de alto riesgo con la finalidad de rescatarlos de las calles y convertirlos en personas de bien. Porque personalidades infantiles y púberes se les puede moldear, ya que están en un proceso de formación; son piedras en bruto que se les puede pulir, depende del cincel que utilices, basados en el amor, ternura y comprensión.

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