Conciencia situacional

Por Francisco Calisto Giampietri

¿Qué es la conciencia situacional? Formulado en términos simples en la conciencia situacional el humano “sabe lo que ocurre para poder figurarse lo que debe hacer”. Siguiendo esta simple definición salta la elemental pregunta: ¿este grupo de personas liderada por un ministro de Estado, nada más y nada menos que el del sector Salud, tiene conciencia situacional? La respuesta es más que evidente, ya que bailar al más puro estilo de los privaditos, contra lo que todos los días las autoridades locales luchan según apreciamos en la televisión, queda hoy pues desencarnadamente ridiculizado y hasta justificado por un grupo de personas capitaneados, con corografía incluida, por la máxima autoridad de salud, quien es supuestamente la encargada de liderar la lucha contra el contagio de esta pandemia que tantas vidas de peruanos ha cobrado, entre otras cosas por la ineficiencia, ineficacia e inacción del Estado, el mismo Estado que este último fin de semana, ejecutado por el gobierno de turno, puso en marcha un evento masivo de vacunación de 36 horas seguidas. Es así que, jeringa en mano, mientras que los empleados del área de salud sostenían una jornada sacrificada de trabajo, su ministro bailaba el alegre tema “Ojalá que te mueras”, festejando su proactiva labor, la cual descansa entre otras cosas en las almas de miles de peruanos que perdieron la vida en la crisis sanitaria más compleja que ha azotado nuestro país. No puedo más que indignarme al ver que un servidor público se ufana de su labor derivada de tal desgracia sanitaria y organiza fiestas por doquier, posiblemente despilfarrando el dinero del Estado (cosa que sería necesario investigar), ¡¡¡porque no nos van a decir que todos los privaditos pro Vacunatón se hicieron con dinero de privados!!! La pregunta acá para la Contraloría y, por qué no, para la Fiscalía sería: ¿con cargo a qué partida del erario público se ha organizado estos privaditos marketeros de la campaña de vacunación? ¿Y si fuesen financiados con fondos privados, cosa que dudo, a quien se le ocurrió tan brillante idea de poner a un ministro de Estado a bailar tan alusivo tema? La verdad es que ninguna respuesta va a hacer desaparecer la indignación al ser testigos de tan patético espectáculo y que lanza por la borda cualquier esfuerzo de miles de servidores de salud que luchan cada día mientras su ministro baila el pegajoso tema. ¿Qué hubiese sucedido si esta fiestita coreográfica hubiese sido organizada de motu proprio por el personal de Salud, de la PNP, de las FFAA o de cualquier dependencia pública sin su ministro incluido por supuesto? La respuesta es... ¡¡un escándalo mayúsculo!!, con destituciones de por medio y ajusticiamiento público, tal vez liderado por el patético ministro bailarín, quien este fin de semana con su actitud destronó al popular ingeniero bailarín. Este es un ejemplo de la antítesis del liderazgo, clara está la indignación que deben estar sintiendo los miles de familiares de aquellos integrantes del sector Salud, Defensa, Interior y ciudadanos de a pie, que perdieron la vida en esta desigual lucha y la siguen perdiendo con nuevas variantes del virus que destrozan a nuestra sociedad y con vacunas de eficacia cuestionada adquiridas por millones, al más puro ritmo de “Ojalá que te mueras”.

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