Concierto de voces del 60
Abril, para muchos es el mes cuando las más nobles emociones se abren paso. En abril las estrellas se alinean formando versos. Abril siempre será especial por muchas razones y sinrazones. En este mes de las letras, la estudiosa española Elena Zurrón nos entrega “60 poetas peruanos de la generación del 60” y esta buena nueva es motivo de alegría y razón suficiente para celebrar. El libro en referencia, cuyo corazón es una antología, reúne a los más selectos de una generación de una poesía exquisita.
Encontrar el hilo para hilvanar ese complejo manto literario debió ser una tarea muy difícil. Referirse a una generación muy creativa y llena de individualidades excepcionales será siempre un reto, porque, según la autora, “todos y cada uno de ellos merecen un estudio individual y en profundidad”. Al respecto, Eduardo Gonzales Viaña señala: “Muestra Zurrón en este libro los elementos que caracterizaron a esa generación y los acontecimientos históricos que la hicieron nacer”.
Los criterios para agruparlos son ejes temáticos y estos constituyen un aporte cuyo valor didáctico facilita su lectura: poetas revolucionarios (12), poetas mágicos/fronterizos (3), poetas coloquiales y de la ironía (9), poetas transterrados (11), poetas del amor (8), poetas del desgarramiento (7), poetas andinos (4) y poetas fronterizos (6). Para enriquecer la lectura, reseña un estudio individual para cada uno de los poetas seleccionados a quienes les dedica una semblanza muy documentada, un estudio minucioso de la obra poética, culminando con un listado de sus principales obras.
La clave para encontrar la punta de la madeja y acercarnos a la lectura del libro es, desde mi humilde punto de vista, ubicar el eje temático de su agrado, desde ahí migrar al capítulo de acuerdo a su particular interés. Por ejemplo, la lista de los poetas la inicia Javier Heraud y eso de por ya cautiva.
Sabemos que toda selección es compleja y delicada. Por eso, el listado final trasciende a los gustos personales siendo motivo de controversia y, con seguridad, muchos poetas están ausentes, pero también estoy seguro de que tomar la decisión de tejer este hermoso abanico de 60 nombres habrá sido todo un reto, más aún cuando se hace desde afuera, esto es loable y saludable y será una de las llaves que abra nuevas puertas para todos quienes amamos la poesía. En suma, aspiro a que próximamente se siga escribiendo y publicando sobre nuestros poetas de todas las generaciones, aquí o en otra parte del mundo, porque nuestra poesía es universal.
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