¡Condenemos a quienes incitan a la violencia!

Sosteníamos en nuestra columna de ayer –escrita varias horas antes de los luctuosos sucesos de anoche- que “Los anarquistas que incitan la violencia seguirán incordiando al pueblo e intimidando a la Policía, exigiéndole les dejen destruir la propiedad privada y pública a nombre de una “libertad de protesta”. ¡Y en pleno Estado de Emergencia! Aprovecharán el silencio oficial para avinagrar al país con su verbo incendiario (…) Mañana quizá sea tarde para que el presidente transitorio Merino se dirija al país.”
Faltó agregar que las hordas juveniles fueron lanzadas a la calle por la concentración mediática (República, Comercio y Canales 2, 4, 7, 8 y 9), abocada a resguardar sus intereses, los de sus accionistas consorciados a Odebrecht y el tinglado legal que los protege liderado por la Fiscalía. Desde la tarde/noche del lunes estuvieron abocados a fantasear reuniones masivas de protestantes en las calles, exigiendo que el Congreso revoque la vacancia. ¡Aunque no existían esas hordas! Hasta la madrugada siguieron enardeciendo a la gente con lo mismo. Recién el martes por la tarde –tras todo un día de provocaciones- la juventud salió a protestar envalentonada por la arenga del cartel mediático corrompido financiado muy probablemente por intereses transnacionales para incorporar al Perú a la órbita chavista -como Chile- entre cuyos líderes se encontraría el inefable Soros. Venimos reiterándolo hace días. Los dueños de aquellos medios son los culpables de utilizar a miles de jóvenes para abalanzarlos a las calles a defender sus particulares objetivos. ¡No los de esa juventud que protesta cuando le hacen creer que ha sido tocada! Algo atroz en este país indignado por la corrupción destapada en 2017, que mancha particularmente a los políticos. Hay cuatro presidentes imputados por esta inmundicia, dueños de empresas consorciadas con Odebrecht, abogados, banqueros, etc., culpables de esta peste. ¡Sin embargo no hay una sola sentencia firme contra ellos! Una afrenta contra la expectativa de los jóvenes, testigos de la injusticia que abusa del país. También antes de ser imputado por corrupto, Vizcarra complotó para defenestrar a PPK izando la bandera anticorrupción siendo consciente de sus podredumbres como gobernador moqueguano que le han valido la prohibición para alejarse del país. Asimismo Vizcarra tuvo el peor desempeño planetario frente al Covid, aparte de destruir la economía generando un desempleo de espanto que ha afectado justamente a las juventudes. Por último, estamos en pleno período electoral. Con semejante pradera incendiada incitar a la violencia a la juventud es un crimen que la Justicia debe condenar firmemente. En particular, a los dueños de aquellos medios.
Apostilla. La progresía-caviar, el IDL y los medios corruptos acabaron sustituyendo a Merino por una presidente zurda. ¡Además, exigen el retorno del corrupto Vizcarra! Al ucase rojo indignamente se sumó el CEO del Banco de Crédito, arengando: “Estamos de pie por la democracia, elecciones libres en abril 2021, el equilibrio de poderes, el derecho a la protesta pacífica, una ciudadanía activa, la reforma universitaria y por nuestro Perú,” propiciando la debacle de un presidente moderado reemplazándolo por una mandataria izquierdista.