Confabulados: oficialismo, Fiscalía, prensa y Odebrecht
Las uniformidad, consonancia y monotonía de opinión alrededor del enjuague pactado por los fiscales Vela y Pérez con la corrompedora brasileña Odebrecht, confirma que detrás de aquel “arreglo” artero están los mega intereses de la elite política que sigue mandando en el Perú, desde que capturase el poder tras el triunfo de PPK. Estos criterios, coincidentes y sistemáticos, son manifestados repetitivamente no solo por los principales voceros del oficialismo, sino por aquel periodismo parametrado que ha recreado la gestión PPK-Vizcarra a mérito de comprar la opinión de los propietarios de esos medios de prensa, apelando al denigrante subsidio llamado la publicidad estatal. En consecuencia, estamos frente a una perversa trilogía –Poder Ejecutivo, Fiscalía de la Nación y prensa parametrada– que intoxica a la sociedad peruana reiterándole cada hora aquel estribillo que son traidores a la patria quienes se oponen al pacto infamante suscrito por Vela Barba y Pérez con la corrompedora Odebrecht. Los otrora adalides de la libertad de opinión –los rufianes de la progresía marxista– sostenían en tiempos del fujimontesinismo que esta uniformidad de criterios obedecía a que la prensa había sido comprada por el Gobierno, cuando Montesinos entregaba bolsones de billetes a los dueños de medios. Exactamente lo que ocurre ahora. Con la diferencia que estos tagarotes de la prensa no reciben billetes en bolsas, sino multimillonarios libramientos del Tesoro Público para cancelar sus facturas por concepto de “venta de publicidad”. Pero los progre-marxistas-caviares que otrora batallaban “principistamente” contra esa abierta forma de corromper al periodismo, ahora la apoyan haciéndonos creer que si palacio paga facturas por publicidad a los medios –que apoyan sin vergüenza al Gobierno– esta vileza ahora constituye un sistema inmaculado.
Pero detrás de esta homogeneidad de criterios no solo están el Ejecutivo, la Fiscalía y la prensa vil. También están los politicastros del toledato y el humalismo beneficiados por los sobornos que recibieron de Odebrecht. Aunados a estos están los burócratas, que igualmente cobraron coimas a esa misma corruptora. Y por si fuera poco, también están las grandes, medianas y pequeñas empresas de construcción que formalizaron consorcios con Odebrecht para asaltar al Estado peruano. Todo este gran conjunto de intereses se manifiesta cotidianamente al unísono, transpirando una confabulación urdida desde la cumbre del poder para consolidar un instrumento de defensa que sirva de apoyo para la corrompedora Odebrecht, al igual que para todos los participantes locales que se han beneficiado con las trapacerías de esa constructora. Y a semejante instrumento confabulador, amable lector, se le llama “Acuerdo de colaboración eficaz con representantes de Odebrecht y exfuncionarios de esa empresa, que permitirá la entrega de pruebas y testimonios para las investigaciones en cuatro casos en los cuales admiten actos de corrupción”. En primer lugar, ahí la Fiscalía acepta reducir a sólo cuatro las obras construidas por Odebrecht que examinará. No investigará a otros más de cincuenta proyectos corrompedores. Igualmente reducirá a una cifra ridícula la “indemnización” por cobrarle a Odebrecht. No obstante según el oficialismo oponerse a semejante alevosía constituye “traición a la patria”. ¿Qué le parece?