Confirmado: Castillo sí despacha en Breña
Alejandro Sánchez Sánchez -el amiguísimo de Pedro Castillo que continúa cediéndole una parte de su propiedad en Breña al aún presidente, para que cada noche se reúna furtivamente, trajeado como recogedor de basura, con sujetos que prefiere no juntarlos en palacio porque delataría su oscuro, cuando no corrupto, papel como gobernante- ha reconfirmado que el hombre del sombrero diurno y gorrita nocturna tiene y utiliza un despacho informal en un local que él le ha facilitado desde hace ya meses. Basta esta declaración para configurarse un delito contra la ley y demás normas relacionadas a la transparencia que deben guardar las citas que mantiene el presidente de la República. Reuniones subrepticias que, a raíz de lo dicho por el propio Sánchez Sánchez, amigo incondicional de Castillo Terrones, él mismo intentó impedir que las denunciara canal 4, ofreciéndole a cambio convertirlo en el vocero oficial del hasta ahora jefe de Estado. Esto prueba clarísimamente otro hecho de corrupción. Que el presidente mantiene una doble agenda. Y que en efecto sí se ha reunido con lobistas, apoderados, propietarios, etc., de empresas que, posteriormente, fueron favorecidas por el Estado con contratos multimillonarios fruto de licitaciones cada cual más dudosa. De un lado accionistas que enviaban más de una propuesta bajo empresas con denominaciones distintas, siendo todas de propiedad de un grupo accionarial, presentando importes que se diferencian sólo por centavos; de otra parte, lobistas de vieja trayectoria plenos de irregularidades y otros vicios y triquiñuelas similares. Prácticas turbias llevadas a cabo en los primeros cuatro meses de gobierno de Pedro Castillo.
La revelación dominguera es la más reciente reconfirmación de que, por cortesía del burócrata comunista que preside el JNE, tenemos sentado en palacio a un sujeto que manipula el Estado como si fuera la chacra familiar. Y si esto no es incapacidad moral para gobernar, amable lector, entonces hablamos idiomas diferentes respecto a los cómplices del comunismo/senderismo que hoy manda en el Perú. Nos referimos a los aduladores de Pedro Castillo, sujetos que operan a órdenes de la inteligencia cubana para convertir al Perú en espejo de Venezuela, que llaman día a la noche y viceversa.
No hay que ser zahorí para entender que estamos frente a un régimen de tramposos, informales, mentirosos, cleptómanos, corruptos, cuentistas, comunistas, senderistas, etc., que lo preside un sujeto moral, académica y psicológicamente descalificado para dirigir los destinos de la Patria. Y nos encontramos, además, al inicio de un periodo de cinco eternos años en que esa persona administraría nuestra nación, sabiendo que atrás suyo está montado el gran proyecto del Foro de Sao Paulo para convertir al Perú en un Estado comunista. Los peruanos no merecemos esto, considerando asimismo que el triunfo electoral de esta régimen de atorrantes tiene un origen espurio. Extraño que gente como César Acuña, hombre de negocios de diez cifras para arriba, prefiera exponer a su patria antes que darle la oportunidad al país de escuchar los descargos de Pedro Castillo frente al carnaval de repartijas que ha ensamblado en apenas cuatro meses.
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