Congresistas indignos

Si nos guiamos por las actuaciones en trámite de la Fiscalía de la Nación y de las Comisiones de Ética y Fiscalización del Congreso, alrededor de más de la mitad de los Representantes de la Nación se encuentran bajo investigación por presuntos delitos y otras tropelías y hasta nos quedamos cortos.

Difícilmente en la turbulenta historia del Poder Legislativo se cuenta con tal número de imputados. Allí tenemos a la pandilla de “Niños” que crece como si fuese una guardería; los “Mochasueldos” también en ascenso semanal y un desaforado por acosador sexual que se haya suspendido y procesado penalmente. Todo esto merece el mayor reproche social y explica en gran medida el desprestigio del Parlamento rechazado en todas las encuestas por alrededor del 80 % de los consultados a nivel nacional.

Sin embargo, un descalificativo especial cabe para una Madre de la Patria de apellido Calle y nombre Digna -vaya ironía- que, personalmente, resulta la más indigna del Pleno, con la tolerancia o complicidad de la Mesa y Consejo Directivo del Congreso.

Gracias a la denuncia de la prensa escrita, televisiva y radial –por algo pretenden “amordazarla” desde el Palacio Legislativo-, el país ha conocido estupefacto que la tal Digna desde hace por lo menos cuatro meses despacha desde los Estados Unidos, conectándose a las sesiones plenarias que le interesa vía zoom y gozando de una insólita y reprobable licencia indefinida sin goce de haber.

La directiva congresal se defiende de las críticas sosteniendo que no cobra remuneración alguna y que tal nefanda conducta no puede sancionarse por un vacío reglamentario. Falso de toda falsedad aunque sea por sentido común. Indigna Calle al ser elegida ejerce un mandato-deber de representación ciudadana a tiempo completo durante las horas de funcionamiento del Legislativo. ¿Qué hace en la tierra del Tío Sam y qué actividades realiza?

Tiempo largo ha tenido la Presidencia y demás órganos del Parlamento para adecuar su Reglamento y poner coto a esta vergonzosa viajera y cualquier colega suyo ante comportamiento tan inaceptable ha podido sin titubear denunciarla constitucionalmente por abandono de las funciones del cargo y por infracción a la Carta Fundamental. Pero nada hasta el momento. Por estas aberraciones y desaguisados, el Parlamento Nacional sigue siendo la institución más desprestigiada de la República camino a que su reprobación popular llegue a un dígito. ¡AMÉN!

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