Controladores aéreos o chantajistas

En el Perú y en cualquier parte del mundo, un servicio esencial estratégico es una actividad fundamental para el desarrollo de una vida digna y que es prestado por una entidad pública o privada. Estos servicios son necesarios para garantizar el buen funcionamiento del país y se prestan en sectores estratégicos, como, por ejemplo, el suministro de agua y electricidad, transporte, comunicaciones, sanidad, educación e infraestructura.
Nuestro país está realizando grandes esfuerzos para contar con infraestructura aeroportuaria de primer nivel, a fin de promover el turismo internacional mediante la inauguración de un nuevo aeropuerto internacional dotado de la mejor tecnología para el soporte logístico y tecnológico, que contará con dos pistas de aterrizaje para hacer más eficientes los flujos de llegadas y salidas a nuestro primer terminal aéreo. Asimismo, no se debe perder de vista los aeropuertos y aeródromos en otras localidades del interior del país, que requieren servicios de aeronavegabilidad indispensables para que las operaciones aéreas sean eficientes y seguras.
Desde algunos años atrás, muchos peruanos y también extranjeros han sido afectados por una serie de acciones irresponsables de unos malos peruanos que, amparándose en un sindicato con un pliego de reclamos, sea justo o no, y aprovechando fechas importantes y de mayor tránsito aéreo, chantajearon al Estado peruano paralizando sus actividades. Esto trajo como consecuencia el malestar de miles de pasajeros, la reprogramación de muchos vuelos, tanto al interior del país como al extranjero, e innumerables pérdidas económicas, afectando adicionalmente de manera negativa la imagen del Perú.
Todo el tráfico aéreo opera bajo la supervisión de los controladores aéreos, distribuidos en las torres de control de los aeropuertos a lo largo y ancho de todo el territorio nacional, siendo indispensable su empleo. Por este motivo, son muy bien remunerados, mejor que cualquier otra profesión, lo cual no significa que en algunas fechas importantes privilegien su interés personal antes que el cumplimiento del importante servicio que brindan, aprovechando circunstancias y paralizando el tráfico aéreo cuando lo consideren para sus fines personales y sindicales, lo cual es un despropósito que no se puede permitir.
Ante esta situación y siendo una preocupación permanente la actitud del Sindicato Unificado de Controladores de Tránsito Aéreo del Perú (SUCTA), es de conocimiento público que en muchos países del mundo es la Fuerza Aérea quien tiene el control del espacio aéreo proporcionando el servicio de aeronavegabilidad. Estas fuerzas están dotadas de una legislación adecuada y con los recursos necesarios; por lo tanto, no sería ninguna novedad que el Estado peruano delegue esa responsabilidad a la FAP, que muy bien podría asumirla y de esta manera contribuir a la seguridad y desarrollo nacional. Por otro lado, ya se empiezan a escuchar opiniones de aquellos que prefieren que este importante servicio público esencial y estratégico se privatice, lo cual no solucionaría en nada y el riesgo continuaría latente.

Por Gral Div. EP Ronald Hurtado Jiménez

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