«Corsi e ricorsi» histórico y económico
La historia tiende a seguir patrones cíclicos, un concepto conocido como “corsi e ricorsi” del filósofo Giambattista Vico. Este se refiere a la naturaleza cíclica como espirales que avanzan y retroceden, evolucionando. En simple, la historia tiende a repetirse, pero nunca de forma idéntica. El expresidente Alan García solía hacer referencia a esta idea. Decía que las figuras de oligarcas eran derrocadas por el pueblo. Es decir, un movimiento desordenado que asume el poder en forma de oclocracia.
De inmediato, aparece un carismático rey generoso que restablece el orden y tiene la tentación de perpetuarse para convertirse en oligarca... Y así, el ciclo continúa. Por supuesto, excepto los demócratas que se comprometen con el bienestar y desarrollo de la sociedad.
El golpista Castillo mentía y fomentaba la mediocridad. Personificó la oclocracia desordenada del pueblo. Actualmente, un grupo de peruanos quiere revivir las turbulencias convocando a la “Toma de Lima III”. Están motivados porque Dina sigue baja en las encuestas y la consideran carente de firmeza. Esto lo gritan para ganar apoyo internacional, mientras que el país sigue en una transición sin atraer la inversiones suficientes para el desarrollo económico.
El desorden que nos dejó Castillo podría resolverse con el “rey” o líder generoso o, mejor aún, impulsando enérgicamente la economía. Es conocido que nuestro principal desafío es la economía, como lo indican las recientes encuestas. En 2022, la pobreza aumentó, afectando casi al 30% de la población. Solo podemos combatirla mediante la reactivación económica y políticas focalizadas.
¿Es posible reactivar la economía con Boluarte y Otárola en el poder? Sí, si se rodean de las personas adecuadas para las tareas pertinentes. Cambiar el ciclo económico requiere un impulso decidido para promover inversiones nacionales y extranjeras, y destrabar los grandes proyectos que esperan iniciar bajo modalidades de las Asociaciones Público-Privadas (APP) o Concesiones Público-Privadas.
El Ministerio de Economía y Finanzas tiene un rol clave y debería tener un equipo de expertos y técnicos externos enfocados en analizar cómo resolver los fallos que paralizan inversiones, mejorar esquemas para obtener condiciones favorables para las empresas privadas, y superar los obstáculos para la inversión.
Muchos de los problemas estructurales de las APP podrían ser analizados por este Equipo de Expertos y Técnicos. Recientemente, ProInversión adjudicó bajo esta modalidad los Hospitales Especializados de EsSalud de Piura y Chimbote por 323 millones de dólares. Esto es positivo, pero insuficiente si aspiramos a que el ciclo económico retome el auge de 2007 al 2011, cuando se adjudicaba en promedio 1,600 millones de dólares anuales. Desde el 2018, apenas hemos adjudicado el 9% de ese valor. No obstante, estamos en un ‘corsi’ que inevitablemente tendrá un ‘recorsi’.
En 2007, se creó la Comisión Especial ProInversión, presidida inicialmente por Jorge del Castillo, y luego en el siguiente Congreso por Luis Iberico. Trabajaron propuestas para promover las inversiones, modernizar puertos, implementar normas antimonopólicas y simplificar trámites administrativos, logrando avances significativos. Ahora necesitamos un ‘recorsi’, que se podría materializarse con la Comisión de Ordenamiento Legislativo (CEMOL), que aprobó derogar más de 1245 normas obsoletas.
Esta comisión está liderada por la activa congresista Adriana Tudela, quien también trabaja en una Mesa de Trabajo sobre la Ley de Contrataciones del Estado con expertos del sector público y privado, dado que esta ley representa un obstáculo para las inversiones.
Es imperativo que el Congreso reactive la Comisión Especial ProInversión con una agenda clara y, si la actual no es efectiva, debe reformularla. Como citaba el expresidente García a Mandela: “El camino de la historia es el camino del pueblo hacia la libertad”.
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