Cosce: ¿Vacunas covid o crueldad animal?
El uso de animales en la investigación ha resultado “esencial” en los últimos meses para poder obtener las vacunas contra la covid-19, según ha asegurado la Confederación de Sociedades Científicas de España (Cosce), porque “sin la experimentación en animales no habría ninguna vacuna contra el virus”.
Sobre el Acuerdo Cosce, los expertos han evidenciado la consolidación de las actividades de transparencia, a pesar de la pandemia y de su impacto, lo que ha supuesto un aumento de 15 instituciones que se han adherido en 2021 al proyecto, por lo que el total de instituciones adheridas al Acuerdo es de 153.
Por su parte, Luis Montoliu, representante de Cosce, durante su intervención, ha develado que se ha reducido en un 46 por ciento el uso de animales para la investigación en España, donde en 2020 ha habido más de 70,000 usos de animales en diferentes aplicaciones, pero mayoritariamente en investigación.
Caso Vivotecnia
El pasado mes de abril se difundieron unas imágenes sobre el laboratorio Vivotecnia, en las que se mostraba cómo se agredía a perros de raza Beagle, monos, ratones, conejos y cerdos para realizar algunas pruebas. Este laboratorio pertenecía al Acuerdo Cosce.
Sin embargo, desde esta ventana no estamos de acuerdo con estas investigaciones pues desestiman y retroceden la gestión que día a día realizan cada país por defender los derechos de los animales, por ello nos inclinamos por la postura abolicionista, la cual propone equiparar el trato moral de los animales al nivel humano, por lo que no habrá buenas razones para usar a ninguno en experimentos científicos. La forma en la que suelen argumentar un igual trato es debido a la igualdad de valor moral que poseemos. La propuesta de Peter Singer -filósofo defensor de la vida animal- localiza esta igualdad en los intereses que cada uno tiene, mientras que Tom Regan -filósofo y activista destacado en defensa de los animales- lo encuentra en su valor inherente. Esto es debido a que, si se trata de buscar una igualdad de hecho, será complicado homologar tratos, además de que el basarse en razones de características o habilidad para otorgar cierto trato resulta ser meritorio y perfeccionista, propuestas morales altamente discriminatorias. Éstas concuerdan con las implicaciones negativas de aceptar el excepcionalísimo humano: no hay buenas razones para dar mayor valor moral entre animales, sean humanos o no humanos.
En conclusión, este tipo de teorías que buscan mantener el excepcionalísimo humano también lo tienen que hacer con el especismo, el cual es “un prejuicio o actitud parcial favorable a los intereses de los miembros de nuestra propia especie y en contra de los de las otras” -Singer-. Más en específico, tienen que conservar el especismo antropocéntrico, ya que es el humano quien excluye moralmente a las otras especies. El error en el que caen las teorías especistas es que no pueden explicar por qué dan una mayor consideración moral a los humanos si es que no existen diferencias definitivas entre animales, excluyendo los postulados religiosos.
Mira más contenidos siguiéndonos en Facebook, Twitter e Instagram, y únete a nuestro grupo de Telegram para recibir las noticias del momento.