Crianza de mascotas

No todo tiene que ser violencia, confrontación y dolor. La crisis por la que atravesamos nos genera todo ello, y quizás sea la más grave de las últimas décadas. El lenguaje del odio crece, convirtiendo al país que habitamos en el peor escenario para crecer. No hay día en que la prensa no informe sobre asesinatos a mansalva, peleas intestinas en la política y la gestión pública, lo cual vuelve estresante nuestra forma de vida.
Sin embargo, en medio de un ambiente cargado de toxicidad, noticias como la que vamos a comentar resultan excepcionales y dignas de atención. El Instituto Nacional de Estadística e Informática (INEI) informó que incluirá, a partir del segundo semestre de este año, un módulo sobre crianza de mascotas en la Encuesta Nacional de Hogares (ENAHO), con el objetivo de “conocer las condiciones en las que viven los animales domésticos en los hogares del país, así como aquellos que cumplen funciones de guardianía o pastoreo”.
Según este organismo, la información permitirá “construir indicadores clave para diseñar políticas públicas de salud orientadas a la prevención de enfermedades transmisibles entre animales y personas, además de promover la tenencia responsable de mascotas”, lo que resulta encomiable desde la mirada del Estado, responsable de velar por la integridad y salud de la población. Y es importante, en gran medida, la presencia de estos animales en casa, como lo reconocen y recomiendan los profesionales de la salud mental.
Pero hay otra razón más: el INEI reconoce que “la implementación de este módulo responde a una demanda concreta de autoridades, organizaciones defensoras de los animales y ciudadanía interesada en la protección de perros, gatos y otras especies”. Desde 2014, el INEI, en coordinación con el Ministerio de Salud (MINSA) y el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF), ya recopila datos sobre la tenencia de perros en los hogares, lo que constituye un insumo fundamental para las políticas de prevención, control y respuesta, de modo que cada vez se conozca mejor nuestra realidad. En esta oportunidad se incluirán también preguntas orientadas a conocer el gasto familiar en alimentación y atención veterinaria.
Según la Encuesta Nacional de Programas Presupuestales (ENAPRES) 2024, se sabe que el 51,7 % de los hogares tiene al menos un perro. Paradójicamente, por estrato socioeconómico, en los hogares de menores ingresos esta proporción es mayor, alcanzando el 52,9 %, frente al 43,7 % en los de mayores ingresos. En el área rural, la crianza de perros alcanza al 64,4 % de los hogares, lo que revela una función más utilitaria vinculada a las labores familiares.
Los psicólogos consideran que tener mascotas puede traer numerosos beneficios para la salud mental, incluyendo la reducción del estrés, la ansiedad y la depresión, así como el aumento de la autoestima y la socialización. La compañía de una mascota puede disminuir la soledad y mejorar el estado de ánimo. En los niños, además, favorece el desarrollo emocional y social, al enseñarles valores como la empatía, la responsabilidad y el cuidado del otro.
Por todo ello, conocer esta realidad es fundamental para establecer políticas públicas correctas, en beneficio de las familias y la sociedad.

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