Crisis por Las Bambas
Como siempre, a la hora undécima reacciona –más propiamente, sobrerreacciona– el Gobierno, cuando ya las papas vienen quemándose. Claro. Esto ocurre cuando quien ejerce la jefatura del Estado no es un estadista sino un improvisado. Ocurrió con el expresidente Pedro Pablo Kuczynski y ocurre con el actual mandatario Vizcarra, en torno al mismísimo problema que nuevamente tiene entre manos: el enredo de Las Bambas.
La historia de enfrentamientos por este mega proyecto minero empezó desde que, en 2004, el cuestionado René Cornejo asumió la presidencia de Proinversión. A partir de entonces ha habido sucesivos enfrentamientos. En agosto de 2016 –con Kuczynski en el Ejecutivo– 400 comuneros bloquearon la misma carretera que hoy, nuevamente, está obstaculizada por los propios pobladores. Dos meses después el conflicto se agravó, al confrontarse los comuneros con la Policía con el resultado de un muerto por el lado de los pobladores. El gobierno de Kuczynski intentó dialogar con la comunidad. Pero –al igual que ahora– fue ninguneado. Pocos días después, los comuneros accedieron a recibir una “delegación de alto nivel” de Palacio. A todo esto seguía intacto el bloqueo de las vías y el acceso al campamento minero. Incluso intervino el entonces ministro de Transportes Martín Vizcarra, quien declaró ante los comuneros que la empresa minera debía financiar el asfaltado de la carretera por donde circulaban los camiones que transportan el mineral. Más aún. En una entrevista periodística el hoy presidente Vizcarra declaraba esto en noviembre de 2016: "Si vamos a construir como Estado una vía asfaltada en esas comunidades, el principal usuario es la minera Las Bambas, entonces el principal aportante para esa construcción debe ser esa minera", agregando que “los comuneros de la zona deberán recibir un pago por el uso de sus terrenos por esa vía.” Absolutamente lo opuesto a lo que dicen los voceros vizcarrinos en este momento. Sigamos. El entonces ministro Vizcarra continuó su perorata en esa entrevista de noviembre de 2016 con estas alucinantes palabras: “Este pago (por el uso de los terrenos comunales para el paso de la carretera) lo tenemos que realizar nosotros (el Estado). Este es el planteamiento que hacemos (a los comuneros)”. Y como punto final remató así: "La provincia requiere un programa integral de desarrollo. No es dable que una inversión tan grande esté a lado de una región tan deprimida económicamente, con niveles de pobreza que son inaceptables. Esto (es decir construir escuelas, postas médicas, comisarías, etc.) lo vamos a resolver en 45 días, lo mismo que generar nuevos puestos de trabajo y vías a nivel de asfaltado". Un dramáticamente distinto Martín Vizcarra al ahora sumido en un revelador silencio.
Vizcarra engañó temerariamente. Han transcurrido 850 días desde aquella declaración y el gobierno Kuczynski-Vizcarra no ha levantado una sola escuela, una sola posta médica, una sola comisaría en Las Bambas ni en los demás pueblos que forman aquel gran corredor minero que desemboca en Arequipa, tal como entonces se comprometió ante la comunidad a construirlas “en 45 días”.
¿Van a creerle esta vez los comuneros al presidente Vizcarra?