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¿Cristo del Pacífico?

Fecha Publicación: 22/05/2019 - 21:40
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Leo en algunas publicaciones y también en redes sociales de un colectivo que se ha propuesto la demolición del así llamado Cristo del Pacífico colocado en el Morro Solar. Creo que el tema merece alguna reflexión previa para colocarlo en su verdadera dimensión. Para empezar no debemos confundir la efigie de Cristo con la persona de Cristo. Son dos cosas distintas aunque estén vinculadas. Su efigie nos recuerda a su persona, verdadero Dios y verdadero hombre para los católicos y para la inmensa mayoría de los cristianos, sean ortodoxos o protestantes. Para otras religiones puede ser un profeta que antecedió a Mahoma, tal como así lo califican los islámicos. En el caso del budismo, es una figura importante en el desarrollo del pensamiento humano sin alcanzar una categoría profética o divina.

Pero estamos en el Perú y nuestro pueblo venera a Cristo como Dios y eso lo vemos todos los años en la Procesión del Señor de los Milagros que convoca a centenares de miles de personas y en muchas formas de culto como el Señor de los Temblores en Cusco, el Señor de Luren en Ica y un largo etcétera. La veneración a Cristo no solo ocurre en el Perú sino en Latinoamérica, así como en todos los rincones cristianos del mundo.

Un ejemplo importante es el Cristo de Corcovado en el Brasil que domina  escénicamente la bahía de Guanabara sobre Rio de Janeiro. Es una vista formidable que nos recuerda a Cristo visitado por miles de fieles y turistas. Al evocar a Cristo también debemos recordar a los mercaderes del templo a quien según los evangelios Cristo los arrojó por ganar dinero lucrando con la fe en Dios. ¿Cómo podríamos calificar a Odebrecht que hizo posible la erección de la estatua gracias a la mediación del expresidente Alan García Pérez?

Mercader sería una calificación demasiado blanda teniendo en cuenta su trayectoria de corrupción en el Perú y en América. Y como el delito a veces asume formas aparentemente benignas para introducirse en sociedad, la estatua de Cristo en el Morro Solar es una de ellas. Pero nuevamente debemos distinguir a los delincuentes que se aprovechan de Cristo de los fieles que creen en Él. Es preferible dejar tranquila a la estatua porque la alternativa sería un basural donde ahora se encuentra. Y eso no repara el delito cometido ni devuelve el dinero robado.