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Cuando creemos que estamos aptos para la vida

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Fecha Publicación: 18/03/2020 - 20:10
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La aptitud es una disposición innata que permite desarrollar la capacidad de cumplir convenientemente tareas o trabajos. El término inglés “ability” cubre indistintamente los dos conceptos de aptitud y capacidad. En castellano se da el nombre de “capacidad”, a un saber que se adquiere, mientras que la “aptitud” es una disposición natural que puede permanecer inútil si no la desarrolla.
Se ha observado que las aptitudes se desarrollan bajo el efecto a la vez de la maduración interna y de la educación externa, sin que se pueda discernir exactamente la parte de cada una, porque se van amalgamando incorporándose variedades de aptitudes y evolución de las mismas.

En las variedades de las aptitudes, dada la importancia de las aptitudes en el trabajo, los psicólogos han proseguido sus pacientes investigaciones para hacer el inventario completo. Existen primeramente aptitudes sensoriales, vista, audición, luego sensomotoras, que recurren a la acción simultánea de un sentido o de un gesto, habilidad manual, aptitud para conducir un vehículo, finalmente aptitudes puramente mentales, memoria, atención, observación, juicio. Algunos especialistas han hecho lugar aparte para el estudio de la inteligencia. Empero, no todos están de acuerdo en este punto: unos consideran que la inteligencia es una aptitud como la visión o la memoria, otros pretenden que es la resultante de las diversas capacidades mentales de un individuo.

En cuanto a la evolución de las aptitudes, se van diferenciando progresivamente. Las primeras que aparecen son las sensoriales y motoras, que consisten en la destreza manual, coordinación entre el gesto y la visión, agudeza musical. La aptitud perceptiva, queda fijada hacia los 12 años. La mayor parte de las demás aptitudes adquieren su fisonomía a lo largo de la adolescencia y se manifiestan a través de la educación escolar. Cerca de la edad madura, las aptitudes naturales tienden a disminuir, primero lentamente, luego rápidamente conforme se acerca la vejez. Por ejemplo, los idiomas, es más fácil aprenderlo de joven que de adulto. En cambio, las capacidades adquiridas se mantienen con frecuencia muy firmemente hasta la vejez. Es el caso, por ejemplo, de la capacidad del escritor, puede mejorar su estilo y su técnica hasta una edad avanzada.

Muy importante es la estimulación temprana desde que el ser humano se encuentra en el vientre materno, infancia, adolescencia y juventud para descubrir sus capacidades internas a través de la educación, moldeando una personalidad segura y firme y estar aptos para la vida.