Cuando el mundo es violento el futuro no existe

La violencia cualquiera que sea, física, psicológica, sexual, han marcado a los seres humanos haciéndole perder sus expectativas de vida hacia el futuro, porque son experiencias que no se superan de un momento a otro, es un proceso de internalizar que a pesar de las adversidades hay que seguir adelante, como los judíos en la segunda guerra mundial, fueron vejados, violados, torturados, discriminados, utilizados como experimentos, la separación de la familia con hijos pequeños, la ruptura de la esperanza, sin embargo, la mano de Dios, los tocó para sobreponerse y salir adelante en las diferentes áreas de la vida.

La guerra no debe existir, pero existe, por el poder, la ambición, el egoísmo, el apoderamiento geopolítico por intereses económicos, sociales, culturales y políticos, donde la sensibilidad de los humanos es nula, no existe, predomina los intereses no del país sino de las personas que lo representa, como el caso de Rusia con Ucrania. Como es posible que se ataque ciudades, hospitales, colegios, vías de comunicación contra seres humanos inocentes, que no pueden defenderse, que no tienen voz, porque ha sido negado ese derecho de hablar y muchos más y tienen que migrar a otros países como Polonia y otros más, dejando todo a cambio de su supervivencia. Estas personas que han perdido todo a cambio de nada, donde la fe, la esperanza y el amor, se han convertido en una quimera.

El mundo no puede permitir esta intromisión a cambio de intereses mezquinos, los organismos internacionales, la iglesia, las protestas pacíficas, deben intervenir llamando la atención y hacer comprender al enemigo que esta situación no conduce absolutamente a nada bueno y que afecta a nivel mundial en todo aspecto económico, social y seguridad con el riesgo que se desate una tercera guerra mundial, que su efecto sería el exterminio de la humanidad, Dios, no lo quiera ni lo permita por la paz mundial.

La psicología es importante, permite conocer a las personas, sus pensamientos y acciones. Es evidente que este país esté pasando por un mundo de violencia, donde no existe seguridad personal, familiar, social, política. Ni tampoco, los compatriotas que se encuentran en el Poder Legislativo, han internalizado que han sido elegidos por el pueblo y se deben a ellos, fiscalizando y legislando. ¿Por qué actúan de esa manera? Solo les interesa recibir su sueldo y los demás beneficios que les otorga el cargo. Cómo es posible que sabiendo que al gobernante de turno no le interesa el país, en ocho meses no ha hecho absolutamente nada, ni los ministros de Estado, uno peor que otro, no obstante, ha cambiado cuatro gabinetes, en lugar de convocar a gente idónea, competente con capacidad de resolver los problemas de país, todo lo contrario, se ha rodeado de personas con antecedentes delictivos, sin preparación y lo único que les interesa es destruir el país y quedarse en el poder, carecen de mística y de acciones de servicio.

También es violencia omitir hacer las cosas con la intención de destruir el país, donde existe violencia física, psicológica y sexual, solamente inseguridad, donde el gobernante, sus ministros y autoridades policiales, fiscales y judiciales no protegen los derechos fundamentales de la persona. Esta afirmación se sustenta en hechos concretos, las muertes por la pandemia, los actos de corrupción, el tráfico de influencias, la mentira, el engaño, la falta de lealtad de aceptar los errores y corregirlos, el encarecimiento de la canasta familiar, escasez de los alimentos, falta de medicinas, el alza del gas y gasolina, las elecciones fraudulentas del gobernante de turno con la complicidad del Jurado Nacional de Elecciones de no convocar a una auditoría, otra sería la historia del país. Por lo tanto, ¡vacancia al gobernante o modificación del reglamento para vacarlo!

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