Cuando el río suena, es porque … trae corrupción

Desde fines del siglo (y milenio) pasado nuestros ríos sonaban y por fin a mediados de la segunda década de este siglo “se descubrió” que “las piedras” sonaban porque eran corruptas en las altas esferas políticas. Esta semana nos informamos por Expreso y otros medios periodísticos que también suenan piedras de acequias. Se refiere al “escándalo en el futbol. - Ministerio Público inicia diligencias preliminares contra …. y otros miembros de la Federación Peruana de Futbol por el delito de organización criminal. … - Acusan a funcionarios de la FPF de evasión fiscal y de no pagar derechos de transmisión debidos al Instituto Peruano del Deporte … La investigación podría resultar en condenas de hasta 24 años por organización criminal y corrupción en el ámbito privado” (SIC). El ruido de la corrupción se hizo evidente el 21/09/2016 por información del Departamento de Justicia de los EE.UU. de actos de corrupción encabezados por Odebrecht. En el Perú, ante el ruido internacional del Caso Lava Jato (de la empresa brasileña Odebrech), el 21/12/2016 se comenzó a investigar las “piedras” (delitos) de cohecho, negociación incompatible, lavado de activos, colusión, asociación ilícita, organización criminal y tráfico de influencias. Recién se hizo público que Odebrecht en 20 años anteriores había realizado sobornos a funcionarios públicos: los “actores” son (presidentes del país) Alejandro Toledo, Alan García(+), Ollanta Humala y su esposa Nadine Heredia; también resultó investigado Pedro Pablo Kuczynski. Otras piedras son Félix Moreno, César Álvarez, Susana Villarán, Luis Castañeda Lossio(+) y otros. Recientemente otras piedras que suenan son Martín Vizcarra y Pedro Castillo y otros exfuncionarios públicos. También la Presidenta actual.Nuestros ríos políticos nos han traído muchas piedras para “colocarse” en los Poderes Ejecutivo y Legislativo. También hubo piedras en el Judicial y Ministerio Público y otras entidades. Pero éramos “inocentes” y/o sordos al ruido de las piedras que también había en otras actividades y/o entidades como el deporte, sus clubes y federaciones. Ahora, recién, frente al escándalo en el futbol, que se refiere al “profesional” que goza “de popularidad” y que atrae masas, el ruido ha comenzado a escucharse en la Fiscalía y la opinión pública. Podría decirse que vivimos en un país de sordos y aun de ciegos porque no escuchamos ni vemos los actos de corrupción que ocurren en nuestro país y sociedad. ¡Es hora que despertemos!

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