Cuando un perro atrapa un carro
Es increíble la cantidad de historias de éxito empresarial que podemos encontrar en nuestro país en los últimos 30 años, con inicios en Lima y provincias y en industrias muy distintas entre sí. Si analizamos la situación como si fuese un automóvil, la motivación de cada emprendedor sin importar su origen, es el motor que acompaña este desarrollo, la gasolina es el recurso. económico que nos permite poner todo a andar, las ruedas y todo el sistema mecánico, es el equipo que ejecuta la acción, la computadora es el cerebro que planifica estratégicamente el norte a seguir y los asientos es el espacio para nuestros clientes, quienes disfrutan el resultado.... ¿y qué sería la carretera?... pues las condiciones del mercado y todo el entorno donde dicho vehículo se desplaza. Si lo vemos así, creo que queda claro que POR MÁS INCREÍBLE QUE SEA EL VEHÍCULO, SI LA CARRETERA ESTÁ BLOQUEADA, NO AVANZA.
Hoy el empresario peruano es digno ganador de un premio al emprendedor del año, si bien nos caracterizamos por ser de luchar contra adversidades, creo que, empresarialmente hablando, reponernos a una pandemia tan mal llevada y que sólo tenía medidas que asfixiaban más y más a las empresas y ahora salir adelante en un contexto donde la política es protagonista en un rol de caos económico, esto de verdad es para pararse y aplaudir; estoy muy seguro que en otros lados ya hubiesen claudicado. Lo que sucede ahora es que debemos llevar esta fuerza característica nuestra y enfocarla en “mejorar la carretera”, porque a este paso, estará tan dañada que será intransitable.
No podemos continuar en una situación de autodestrucción y simplemente mirarla pasar, por más intenciones buenas o malas que tenga el nuevo ejecutivo, la verdad es que creo que no tiene la menor idea de qué hacer; como cuando de manera inesperada (lo digo irónicamente... era recontra esperado), un perrito, de esos que se paran en las orillas de la pista y que suelen correr y ladrar sin sentido al lado del carro y luego se detienen y van a buscar otro, totalmente al azar, uno de esos perritos atrapa un carro... ¿qué hace?, ladra un poco más, mira a todos lados, y luego se va... algo que persigue tan ferozmente, al alcanzarlo, NO TIENE LA MENOR IDEA DE QUÉ HACER. Bueno, este carro es de todos y nuestro único interés es que siga avanzando, mejoremos la carretera...y por más fuerte que ladre un perrito, ¡que no nos vuelva a atrapar! Buena semana para todos.
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