Cuerpo y alma de la tinta
Hasta el próximo 23 de marzo en la galería Nordenhake, Ciudad de México, estará Repetición, exposición con que por primera vez presentan en Latinoamérica obra de la artista Minjung Kim, Gwanju, Corea del Sur, 1962. Repetición es una serie que a través de formas, procesos, repetición y colores explora la manera en que la mente se conecta con la mano y el pincel y cómo la respiración se vuelve uno con el ritmo del dibujo y el cuerpo. La obra de Mingjung Kim difunde tradiciones que permiten comprender un complejo proceso creativo en que tiempo, cuerpo, equilibrio, dibujo, conceptos de la caligrafía tradicional y las filosofías orientales merecen ser observados desde una perspectiva contemporánea y comparados con la noción de lo que actualmente entendemos por tiempo.
Mingjung Kim presentó su primera muestra individual en 1985, ha recibido importantes críticas, sumamente halagadoras para su obra expuesta y presente en las colecciones del Tate Modern, Museo de Arte Contemporáneo de Londres, el MOMA, el Museo Sbygningen de Copenhague, la Fondazione Palazzo Bricherasio, Turín y en importantes colecciones públicas y privadas. Obra con tinta y acuarela sobre los tradicionales papeles coreanos hanji, con los que desarrolla un vínculo físico y espiritual. La calidad de estos papeles elaborados manualmente con la corteza interior de la morera, conocida como dak, le permite la creación de capas que pueden ser pegadas, cortadas, torcidas, quemadas y sobre ellas desplegar la organización de sus pensamientos en un continuo creativo similar a las técnicas musicales minimalistas en que el sonido reproducido varias veces en diferentes velocidades genera varios modos de escuchar; proceso con que enfatiza su interés en llevar el sonido a un lenguaje visual. En algunos de sus trabajos que constituyen series, el origen está en la contemplación y escuchar el fluir del agua, el mar, las mareas que vienen y van como un eterno fenómeno en que también puede recibir el eco de la respiración que ella, con sus prácticas de meditación, puede unificar con el ritmo de su cuerpo y llevarlo al pincel.
Desde niña recibió el constante apoyo familiar que le permitió una orientada formación artística con clases de pintura, uno de sus maestros fue el famoso acuarelista Yeonggyun Kang. De los trece a los diecinueve años estudia caligrafía oriental, una de las bases para la comprensión del desarrollo de su trabajo “una reinterpretación de la tradicional estética coreana empleando un proceso basado en la organización de sus pensamientos que con el uso de los recursos caligráficos de su ancestral cultura pueden ser descritos en términos emocionales que, en su obra, interpreta como expresión de su estado mental de calma y paz”. En la Universidad de Hong Ik de Seúl fue alumna de 1980 a 1985. Luego, durante sus estudios en la Academia de Bellas Artes de Brera, Turín, Italia, desarrolla un especial interés por la obra no figurativa de Paul Klee y Franz Kline. Buscando el equilibrio, modula una combinación de su raíz oriental, el uso de la tinta y materiales tradicionales con los métodos occidentales.
La primera muestra de Mingjung Kim en Latinamérica, Repitiendo, puede resumirse como la serie de trabajos que a través de formas, procesos y colores explora el modo en que la mente contacta con la mano y el pincel, y cómo respirar se vuelve uno con el ritmo del dibujo y el cuerpo.
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