¡Cuidado con Dina Boluarte!

Muchísimo cuidado con Dina Boluarte, amable lector. Es más lista de lo que piensan los ilusos. ¡Su pasado la condena! Indefectiblemente. El incumplimiento de su compromiso ante el país -“Si se va el presidente Pedro Castillo, yo me voy con el”- le permitiría seguir mintiéndole descaradamente a los peruanos. ¡Como hizo su predecesor! Pero esta vez, ella actuaría instalada como mandamás. ¡Aquello garantiza que retorne la mismísima organización criminal que nos gobernó hasta el jueves 7 de diciembre 2022! Recuerde, también, su espontánea declaración al día siguiente del apresamiento del sátrapa andino que quiso convertirnos en la versión chabacana de Venezuela, “Quisiera visitar en algún momento a Pedro Castillo, para saber qué paso. Ni bien jure el nuevo gabinete, lo haré”, ha dicho ¿Qué pretende Boluarte? ¿Reunirse con el golpista para que le invente alguna versión que a ella le satisfaga? ¡Si es tan ilusa, no sirve como presidenta de la República! ¡Y si no fuese así, entonces tiene segundas intenciones! Por angas o por mangas, su aspiración de visitar a un hiper corrompido golpista, detenido en flagrancia, es desde ya inaceptable. ¡Está vetada! Repetimos entonces, amable lector. ¡Mucho cuidado con Dina Boluarte! Ella aceptó ser digitada por Vladimir Cerrón para que ocupase la candidatura a segunda vicepresidencia con él como postulante a la primera vicepresidencia. También Boluarte fue parte de la trama que orquestó su partido, Perú Libre, con el infausto Jurado Nacional de Elecciones que -inexplicablemente- todavía preside el cuestionado Jorge Luis Salas Arenas. Por otro lado, Boluarte tiene que ser quien autoriza este torrente de visitas -de lo más sospechosas y todas ellas impropias- al reo golpista Castillo, detenido en un cuartel de la Policía Nacional. Desde la indigna, repulsiva audiencia sostenida con el embajador de Méjico (país que, por ucase de su presidente, comunista como Castillo, ha actuado de manera prepotente, violentando un principio fundamental como el de la soberanía internacional), pasando por reuniones politiqueras con golpistas como “Puka” Bellido, y muchos sujetos que ingresaban de incógnito a una prisión policial, como si se tratase de un espacio especialmente preparado para permanecer venerando al golpista Castillo. Todo esto a vista y paciencia de Dina Boluarte

Es más. Quien fue servil -porque sirvió incondicionalmente a sus órdenes- subalterna del golpista Castillo, hoy permite que las hordas comunistas capturen carreteras, destruyan espacios públicos y ataquen violenta, criminalmente a los ciudadanos y a la Policía, tanto en Lima como en las regiones. ¡Pero Boluarte ni siquiera se da por aludida! ¿Qué quiere decir esto, sino que Boluarte estaría permitiendo/alentando que las fuerzas totalitarias ensamblen una violenta asonada, para demandar la puesta en libertad de Pedro Castillo Terrones y, a renglón seguido, exigir su restitución en el cargo como presidente del Perú?

Preste atención a lo que ocurra los próximos días, amable lector. Repetimos, Boluarte no es garantía de buen futuro. Incluso, como su antecesor en el cargo, no registra criterio ni experiencia para ejercer funciones como jefe de Estado. El nombramiento del gabinete ministerial tampoco enciende luces sobre el mañana. ¡Observemos con atención!

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