¡Cuidado con la Nueva Carretera Central!
Días atrás tratamos el proyecto de la Nueva Carretera Central NCC, concluyendo en que hablamos de una nueva arremetida de la corrupción para seguir drenando el dinero de los peruanos, disfrazado de proyectos que finalmente costarán el doble o triple de lo que corresponde, sólo para mantener al Perú en el statu quo de la corrupción. Detrás de ello estarían mafias conocidas, encargadas de aprovecharse de cualquiera iniciativa que forme parte de la Agenda Nacional. ¡Lo vemos ocurrir hace demasiado tiempo, como parte del proceso de incubación de seudosoluciones a las verdaderas necesidades de nuestra nación! Lamentablemente, la forma de hacerlo todavía es continuar el modelo creado por el Estado en lo que va del Tercer Milenio. Sospechosamente, el proyecto de la NCC ha sido elaborado continuando idénticos procesos a los del Tren Eléctrico, la Carretera Interoceánica y demás megaproyectos construidos en los últimos 23 años. Es la manera clásica de usar, sorpresivamente, a la opinión pública, apelando a las urgencias del país para, de inmediato, agregar como hecho consumado propuestas de financiamiento que, sospechosamente, aparecen sobre la mesa con la etiqueta de URGENTE, para su inmediata, precipitada aprobación, obviamente bajo condiciones preestablecidas. Es el caso del imprevisto proyecto de la nueva vía troncal de penetración al centro y selva peruana, llamada NCC, que arrancaría –en este caso– usando la parte inicial de la Carretera Panamericana Sur, ingresando por un sector de Pachacámac; cruzando Cieneguilla para, desde allí, empalmar con el tramo actual de la Carretera Central. Al final del día, por experiencia, la quimera acabaría costando al país mucho más que esos S/ 12,500 millones de soles presupuestados como precio base.
El ministerio de Transportes ha filtrado información adelantando aspectos parciales de esta obra, cuyo presupuesto no se condice con el delicado momento en el que estamos. ¿Les parece serio, señores del gobierno, plantear semejante partida de gastos en plena crisis socioeconómica, política, moral, etc.? ¡Además, en pleno periodo electoral! Y por si fuera poco, en simultáneo a la ejecución de los Juegos Panamericanos, cuyo costo base se estima que sería de US$ 350 millones de dólares (o S/ 1,300 millones de soles) que se sumarían a esos S/ 12,500 millones previstos para la NCC. Por cierto, además de lo alucinante de la cifra presupuestada, solo para la NCC, todo indica que este gobierno no tendría la más pálida idea de lo que le significa al Estado asumir tamaño endeudamiento, en los precisos momentos en que el mundo se dirige a problemas complejos, inclusive bélicos, que ahora no vienen al caso analizar; aunque resultan indispensables de tomarse en cuenta.
Finalmente la firma francesa encargada de ejecutar esta obra está imputada por corrupción en Panamá, India, Argelia y Gabón, e inhabilitada para operar por el Banco Mundial. Y Roque Benavides, Decano Departamental Lima del Colegio de Ingenieros del Perú, reitera el rechazo de su gremio al trazo de la NCC acordado por el Ministerio de Transportes y Comunicaciones. El Congreso debe cautelar los intereses nacionales, revisando este peligroso compromiso. ¿Que opina, amable lector?
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